lunes, 8 de octubre de 2012

LA LOMCE, OTRO PARCHE MÁS PARA ARREGLAR LA EDUCACIÓN EN ESPAÑA.



















Ignacio Pardo Luzardo*

Publicado en el periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria 18.01.2014
http://www.laprovincia.es/opinion/2014/01/18/lomce-parche/584365.html

Hay opiniones para todo, desde quien dice que esta ley ha nacido muerta, pues cualquier grupo político que salga en las próximas elecciones generales que no sea el PP, la derogará, hasta los que la ven como una solución parcial a los remiendos educativos que hemos estado padeciendo.


Lo cierto es que previo a la aprobación de esta Ley Orgánica se presentaron varios borradores en los que se fueron modificando aspectos irrelevantes, a pesar de la contestación social, sin embargo no se elaboró ningún estudio previo de la situación actual de la educación a través de un Libro Blanco o del color que fuera, que justificase la necesidad de cambio de la ley educativa anterior, el único estudio previo que se hizo, fue un programa electoral para las últimas elecciones.


Siempre que se establece o impone una nueva legislación educativa, afecta a innumerables sectores de la sociedad, desde el destinatario final que es el alumno, hasta los intermediarios necesarios que interpretan y adaptan los contenidos legales, para su posterior consecución (profesores, colegios, universidades, servicios educativos de las Comunidades Autónomas, editoriales, etc.).


Hasta los plazos previstos para la implantación de la LOMCE van con calzador y a contracorriente, pues la propuesta inicial era que en dos años estuviera totalmente implantado, y se ha conseguido que se haga en tres cursos académicos, ya en septiembre próximo se tendrá que aplicar dicha normativa a los cursos de 1º, 3º y 5º de Educación Primaria y 1º de Formación Profesional Básica. Hay que señalar también, que la etapa de Educación Infantil no se toca para nada, se deja como estaba.






En este espacio no es mi deseo, desarrollar cada uno de los puntos que la vigente LOMCE modifica las leyes anteriores de educación, pero si, algo que de alguna manera va a representar uno de los aspectos más significativos de cara al día a día de los alumnos.


Percepción de las anteriores leyes educativas


Hay una cosa que está clara, y es que nadie ha estado conforme con las distintas leyes orgánicas de educación que se han impuesto desde que se aprobó la Constitución en España en el año 1978, por considerarse partidistas y con una ausencia total de consenso, sin pensar en el futuro de nuestros hijos.


Tantas modificaciones en las leyes de educación en tan pocos años han hecho que los aspectos cruciales de la educación oscilen, lo que es válido para una legislatura, se erradica en la siguiente. Parece que nadie quiera darse cuenta que, sin consenso y diálogo, no hay posibilidad de poner los cimientos de una verdadera educación para todos los españoles, me recuerda esta situación, a ese óleo realizado para la Quinta del Sordo, titulado “Duelo a garrotazos” de Francisco de Goya, que se ven a dos hombres peleando en una lucha sin fin, a pesar de estar enterrados ambos hasta las rodillas. Aquí han pasado los años, por no decir los siglos y parece que no hemos aprendido de nuestros errores y seguimos cometiendo las mismas equivocaciones de antaño. Habrá que asumir aquello que se decía “Spain is different”.


La LOMCE ha tenido como laboratorio de pruebas, todas las normativas y líneas educativas que se han venido implantando en estos últimos años en la Comunidad de Madrid, sabiendo cómo está la situación de protestas actualmente en Madrid con la conocida marea verde.


Con la LOMCE tanto sabes, tanto vales.


Los que llevamos unos años en educación impartiendo docencia en enseñanza no universitaria, hemos visto como, con el paso de los años han ido evolucionando los niveles de respuesta en las pruebas escritas de los alumnos en función de los grados de exigencia impuestos por la legislación de cada momento, siempre argumentando según instancias oficiales, que esos nuevos objetivos curriculares y metodología, iban a redundar en una mejora de la calidad de la enseñanza y en los resultados finales, y, como no siempre los conejillos de indias son, tanto los alumnos a los que van destinados las modificaciones legales, como los docentes que tenían que aplicarlo.


Aunque en el primer párrafo del preámbulo de esta Ley Orgánica se nos presenta un espejismo maravilloso cuando justifica la necesidad de la reforma educativa señalando lo siguiente:


“El alumnado es el centro y la razón de ser de la educación. El aprendizaje en la escuela debe ir dirigido a formar personas autónomas, críticas, con pensamiento propio. Todos los alumnos y alumnas tienen un sueño, todas las personas jóvenes tienen talento. Nuestras personas y sus talentos son lo más valioso que tenemos como país”.


Pero ese preámbulo, lleno de frases de doble significado tiene un desarrollo excesivamente mercantilista que se contrapone con lo que dice el pedagogo italiano Francesco Tonucci “la sociedad es competitiva, el mercado es competitivo, la educación nunca puede ser competitiva, tiene que ser cooperativa, hay que enseñar a los niños a vivir juntos en estos momentos en que es difícil encontrarse en este sistema virtual que les rodea”


En esta nueva ley, el eje vertebrador, como puede verse en todo su articulado son los conocimientos, es decir, los contenidos curriculares respecto a las Leyes Orgánicas anteriores. Nos podemos despedir a partir de ahora de la atención a la diversidad, de la educación inclusiva, de las estrategias metodológicas variadas, y de la personalización educativa.


La aplicación de estos exámenes finales al concluir etapas, supone ignorar los distintos métodos de enseñanza, que requiere una educación personalizada por parte del docente, en que pretende atender a cada niño, en función de sus necesidades, no se tiene en cuenta, ni el trabajo, ni la dedicación y los docentes tendrán que compaginar con la nueva legislación, metodología individualizada y resultados.


No te dice la norma que, no apliques los nuevos métodos de enseñanza, pero lo que si dice es que, si un alumno con capacidad, no tiene unas herramientas y conocimientos mínimos, para superar la “reválida” correspondiente, no podrá titular, que viene a ser lo mismo que, tener que quedarse aparcado, a pesar de haber aprobado el curso en los niveles de Secundaria. La ponderación utilizada al finalizar la evaluación final de 4º de la ESO será de 70% la media de las calificaciones numéricas obtenidas en cada una de las materias cursadas en Educación Secundaria Obligatoria y 30% la nota obtenida en la evaluación final. Además de esa evaluación final en Bachillerato, señala la Ley que las universidades podrán exigir otra prueba más al alumno para que acceda a la carrera deseada.


Así mismo, al final de Educación Primaria, los resultados de las evaluaciones finales, tendrán un carácter orientador, lo que significa leyendo entre líneas que el alumno de 6º de Primaria que pasa a 1º de la ESO y que no supere la evaluación final, promocionará, pero ya está marcado con el sello de “ojo, que a este alumno le cuesta y tendrá dificultades”.


Está claro que, con esta LOMCE que, tiene ciertas reminiscencias del pasado, se van a quedar muchos chicos, por el camino, hasta que con los años se entre en la dinámica, en cursos puntuales de una preparación específica para el examen, con la intención de superar, las nuevas reválidas, asumiendo que, por el camino, irán quedando esos alumnos que interiorizan, con dificultad, la adquisición de conocimientos por motivos indeterminados. Hay que tener presente que, no todos los alumnos, tienen la misma capacidad de aprendizaje y sus reacciones ante una prueba externa, pueden ser inesperadas.


Desconocemos si se mantendrán las pruebas que realizaba hasta la fecha, la inspección educativa en todas las Comunidades Autónomas para evaluar destrezas y conocimientos mínimos en la ESO y Primaria, estas pruebas tenían una valoración orientativa, y muchos alumnos tomaban esos controles, como un mero trámite sin importancia, plasmando unos resultados nefastos que además, no tenían trascendencia en la nota final del alumno, dejando a los centros en que se examinaban a la altura del betún. En los ranking que se publicaban los datos finales de las pruebas, muchos colegios, no respondían en esos gráficos comparativos, a la realidad de lo que sabían hacer sus alumnos en esas materias.

Consecuencias de las nuevas “reválidas” para los colegios.


Está claro que hacer exámenes, no es plato de buen gusto para nadie, pero también hay que decir que, es necesaria esa herramienta para evaluar conocimientos, actitudes y procedimientos, y como se dice ahora, competencias básicas de cada alumno, da igual la edad que tengan, que siempre los estarán evaluando, unas veces, de manera formal, con exámenes y pruebas y otras, de manera informal, analizando actuaciones, comentarios, relaciones, etc.


Es bueno hacer controles periódicos, para saber cómo está el proceso enseñanza-aprendizaje, por lo que implica de retorno de la información tanto para los docentes, como para los alumnos y sus familias, para saber si han asimilado los contenidos. Controles que, ya de forma rutinaria, los realizan los propios centros docentes, a través de sus distintos departamentos pedagógicos a lo largo del curso. Las “reválidas” van a añadir una prueba más de materias troncales, una vez que el curso haya sido superado. Todos lo que hemos tenido hijos, sabemos el estrés al se han sometido ellos y nosotros, cuando se examinaban de selectividad, pues su futuro dependía de una nota final, ahora como no querías sopa, te damos tres platos. Quiero recordar que cuando en 1969 se publicó el Libro Blanco de la educación siendo ministro de educación Villar Palasí, se justifico la supresión de las reválidas que existían en 4º y 6º realizando un estudio de la realidad, alegando los inconvenientes de las mismas.


Las administraciones educativas y los colegios, deberán tener mucho cuidado, con la manipulación e interpretación externa que se pueda hacer con los resultados de esas reválidas, porque, puede ser un arma arrojadiza, en contra de los colegios, de los docentes y de las Comunidades Autónomas. ¿Acaso hoy en día, no hemos visto, como hay Comunidades Autónomas que intentan salvar los muebles, por los resultados del último informe PISA?


Si de algo estoy seguro, es que, cuando se apliquen los nuevos exámenes de reválida, en las distintas etapas asignadas, hay que decir, de entrada, que serán iguales para todo el Estado español, cosa que no ocurría hasta la fecha, pues, cada Comunidad Autónoma, fijaba los contenidos y las pruebas, asignándose ahora, un valor trascendente a ese examen, y los resultados variarán notablemente, si los comparamos con los datos actuales.


Los colegios, con sus equipos docentes, se esmerarán más, por cumplir unos objetivos academicistas con los alumnos, adiestrándolos, para aprobar con nota, pues, en esos resultados externos, de final de etapa, pues también serán evaluados los profesores y los centros educativos.


Puede ocurrir que, en los cursos en los que se vayan a realizar reválidas, se conviertan en cursos intensivos de preparación de las pruebas, porque nadie quiere ser señalado. Si los resultados de un alumno fueran malos, en esas evaluaciones externas finales, las familias, van a pedir responsabilidades a los gestores del centro, porque se trunca el futuro académico del hijo, y consecuentemente, los centros educativos, tendrán que informar de forma periódica de la evolución del trabajo de sus hijos y que, de esta forma la responsabilidad, sea compartida.


*Asesor-Gestor educativo.