domingo, 5 de julio de 2015

LA COMUNICACIÓN EN LOS CENTROS EDUCATIVOS




Escenas de la Pasión de Cristo, obra de Hans Memling pintada hacia 1470


Publicado el domingo 5 de julio de 2015 en la página 30 en la sección de opinión del periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria.


Es muy complicado hablar de la necesidad de la comunicación e información en cualquier estructura laboral donde intervengan grupos humanos, pues de las consecuencias de estos dos elementos hay profesiones como es en la educación que sin ellos, sería imposible trabajar. Toda nuestra vida se articula gracias a la comunicación, bien sea verbal, como no verbal, cuantas veces una simple mirada ha dicho más que una charla, y si no lo creen, recuerden aquellas miradas que algún profesor/a o familiar nos echaba para que dejásemos de hacer lo que fuera. En los centros educativos, damos por sobreentendidos determinadas cuestiones que luego en el ámbito del día a día, cuando estamos en plena vorágine de las clases, reuniones, guardias de patios, sustituciones, clases, informes, reuniones con alumnos, padres, compañeros, etc. no encontramos el tiempo suficiente para hacer lo que realmente es necesario para que funcione la verdadera educación. Marta Albadalejo Mur en su libro Cómo decirlo, señala lo siguiente: “Para que una institución educativa pueda educar con eficacia, debe estar engrasada con una buena comunicación”.

La labor de un educador no consiste simplemente en la transmisión de unos conocimientos, ya que eso es simplemente información, en la actualidad, la información además de los libros, se puede obtener con internet con cualquier soporte que acceda al mismo, cuando educamos transmitimos valores, habilidades sociales, ahondamos en el conocimiento de las personas para orientarlas en todo aquello que precisen, ayudarles a crecer con pilares sólidos, a respetar al compañero, a trabajar proyectos en equipo, a buscar información para emitir una opinión con fundamento, fomentar el espíritu crítico para que nadie lo manipule, etc.

Las prioridades que se deben acometer en cualquier centro de trabajo y sobre todo en un colegio, es poner en primer lugar el restablecimiento de todos los enlaces de comunicación necesario para generar un ambiente de confianza y seguridad laboral, eliminando aquellos elementos que contaminan la verdadera comunicación, entendiendo como verdadera comunicación, aquella que independientemente de los tonos y de los contenidos, se considera fundamental como engranaje para el buen funcionamiento del centro educativo, en el que estén trabajando personas que se interrelacionan y se necesitan mutuamente en la búsqueda de una meta común. Toda la información que se genera a través de la comunicación en cualquier centro, debe confluir en las personas responsables, para que se articulen las respuestas correctas y adecuadas en cada uno de los casos.

No se puede concebir una organización del tipo que sea, sin que fluya la comunicación con la información precisa de forma direccional, bien sea del tipo vertical, como horizontal. Entendiendo que preferentemente debe ser horizontal a partir de que todos los miembros del centro, tienen asumidas e interiorizadas sus responsabilidades y funciones, aunque sean necesarias marcar unas directrices desde el ámbito vertical.

Desde los equipos directivos de los centros, se deberá potenciar el desarrollo de la transparencia y de la libertad de expresión, y que esta redunde en un carácter constructivo de los mensajes, imponiéndose su manifestación para mejorar de la educación de los alumnos/as y de todo el proceso formativo. La comunicación en un centro educativo debe ser fluida, con respeto pues los docentes somos modelos a seguir por nuestros alumnos/as y si ellos ven que entre los docentes no se mantienen las mínimas normas de convivencia y de comunicación, no podemos exigirles algo que no predicamos, porque ellos se están fijando siempre en lo que hacemos, por qué lo hacemos y cómo lo hacemos.

Debemos estar siempre preparados con suficiente información, para cualquier situación que pueda aparecer en un centro de trabajo, y saber tomar las medidas que correspondan para que el equipo de trabajo se vea lo menos afectado posible, por una actuación inadecuada de cualquiera de sus miembros. El filósofo nacido en México Carlos Llano Cifuentes dice: “Quien no sabe lo que quiere, no puede lograr nada” pues en educación ocurre exactamente eso, debemos tener muy claro lo que queremos con nuestros alumnos/as, para articular una serie de acciones comunicativas encaminadas a conseguir ese objetivo, y eso se puede extrapolar a cualquier ámbito de la sociedad.



Llevamos muchos años intentando aplicar las nuevas tecnologías tanto a la mejora de los procesos de enseñanza en los centros, como a la necesidad de acercar a las familias toda la información que se genera en el colegio con su hijo/a, con la intención de mejorar la comunicación y por ende, la educación de forma individualizada de todo el proceso educativo a través de las plataformas educativas que están en la nube. Esos programas que tienen los colegios colgados en la nube a través de las plataformas, nos dan de forma individualizada y con total garantía de seguridad en el cumplimiento de la normativa de protección de datos, todo tipo de información sobre los alumnos, notas, ausencias, retrasos, entrevistas con los tutores, notificaciones del colegio, etc., pero siempre debemos tener en cuenta, que esa herramienta es un medio más para ayudar a mejorar la educación y comunicación entre familia y colegio, y que no sustituirá jamás a la entrevista personal del tutor con la familia y con los alumnos, no puede ni debe convertirse en un fin que deje de lado la interacción diaria y personal de alumno-profesor.
La fragua de Vulcano, obra de Diego Velázquez pintado en 1630