miércoles, 14 de octubre de 2015

LOS HIJOS DE TIGRE SALEN RAYADOS


Guidoriccio da Fogliano all'assedio di Montemassi obra de Simone Martini 1330


Publicado hoy miércoles 14 de octubre en la página 25 de la sección de opinión en el periódico La Provincia.

Hemos iniciado otro curso escolar más, y al igual que ocurrió con los anteriores, seguimos manteniendo las mismas historias e histerias que en los años pasados, la Administración educativa intentado imponer sus criterios a la espera de cambios políticos, los equipo docentes quemados, porque no se sienten respaldados y están sobreviviendo de la mejor manera, aplicando la máxima de cubrirse las espaldas para que nadie le pueda reprochar nada. Luego nos encontramos con la otra pata de la mesa que sustenta la educación que son las familias y que hoy nos toca hablar un poco de ellas.

La verdad es que no es bueno generalizar cuando se habla del papel que están teniendo las familias en la actualidad con los hijos, siempre se pide responsabilidades de puertas para afuera, pero nadie quiere hacer una valoración objetiva de la importancia de sus actuaciones y de las consecuencias de sus decisiones para sus hijos. Lo triste es que esta situación por la que estamos pasando en nuestro país, está sacando lo peor de cada uno y en el ámbito familiar no es algo ajeno a la realidad circundante, paro, estrés, trabajos de los mantenedores extenuantes, con horarios incompatibles con el familiar, desestructuración, y un sinfín de situaciones, que dan lugar a un caldo de cultivo complicado para tener el mejor ambiente para la educación de los hijos en una familia.

Pero si miramos a la historia, veremos que a lo largo de los siglos se han ido produciendo situaciones conflictivas que también han influido e incidido en la educación que las familias han dado a sus hijos, las crisis han existido siempre, la forma de afrontarlas es lo que difiere y es aquí cuando debemos hacer un pequeño análisis de lo que nos está tocando vivir en este siglo XXI.

Por mucho que estemos diciendo a gritos que sin la familia es imposible sacar adelante a sus hijos, seguimos comprobando como los padres pierden los papeles ante sus hijos, ante situaciones que deben implicar paciencia y saber mantener posturas propias de un adulto maduro, pues el niño es niño y solo responderá a su nivel de madurez y sacrificio adquirido, pero sus padres y tutores legales deben saber tomar las medidas adecuadas para no perder todas las oportunidades que nos brinda cada día, cada minuto, para ayudar a crecer a nuestros hijos como buenas personas.

Los medios de comunicación nos muestran cada vez más a menudo situaciones violentas, en donde padres de familia agreden a profesores, teniéndose que modificar la legislación para equiparar al docente como un representante del Estado, para que esas agresiones sean tratadas con la dureza legal que corresponda. Pero la realidad es que todas las personas que se han visto en una situación análoga, cuando han sufrido algún tipo de violencia en las aulas o fuera de ellas, no son las mismas tras esa desagradable experiencia, sienten que su mundo no es el mismo y que la idea por la que trabajaban deja de tener sentido, ahora es el miedo y la duda de si se repetirá, generando inseguridad y frustración a cualquier profesional.

Lo más triste es que todavía existan personas que justifiquen la violencia y puedan apoyar los actos vandálicos hacia los docentes o cualquier centro escolar, como un acto de empatía hacia el joven o jóvenes que les rodeen.

Nos echamos las manos a la cabeza por los actos violentos físicos, pero quizás mucho más duro y doloroso, sea el desprecio o menosprecio que sufren diariamente los docentes por sus alumnos y familiares, con sus comentarios, gestos, actitudes y conversaciones sobre su profesión y forma de trabajar cada día, en donde se cuestiona su profesionalidad, su metodología de forma destructiva, sin aportar ideas que puedan ayudar a corregir los errores que a lo mejor él no percibe, por parte de personas carentes de autoridad moral, basándose exclusivamente en los comentarios sacados de contexto de sus hijos o de otros padres que se reúnen fuera del colegio, en donde lo que menos importa es el papel que juega el docente en la educación de su hijo y lo que representa, sin tener en cuenta que es la persona que está más tiempo con su hijo y que esto no es una guerra, donde hay vencedores y vencidos, es una labor de conjunto, que si no se coordinan, no se avanza. Volvemos de nuevo al deporte nacional que es el chismorreo con cualquier medio a nuestro alcance, aunque ahora, para mayor comodidad tenemos a nuestra disposición las redes sociales y entre ellas la más popular el whatsApp, que nos enteramos del cotilleo en tiempo real sin contrastar.

Hay que actuar de forma positiva utilizando el verdadero proceso de aprendizaje con los hijos, hablando los temas en casa que puedan ser asumidos por los niños, de forma constructiva y otras cuestiones que no procedan, trasladarlos a las personas que van a procurar solucionar el problema. Cada foro, tiene un espacio, un tiempo y una persona.

Los hijos van a reflejar en todas las esferas de la vida, nuestra forma de ser y de actuar en familia. Si queremos que se nos respete, tendremos que respetar y enseñar a respetar, si queremos dialogar, tendremos que escuchar y responder sin alterarnos, para que aprendan a respetar a través del diálogo. Si nos dedicamos a justificar todas las actuaciones de nuestros hijos, aunque sean malas y perjudiciales, podremos conseguir de momento que su hijo venza una batalla, pero los padres de antemano tienen perdida la guerra.

Nuestros hijos a medida que crezcan nos exigirán cada vez más cosas en beneficio propio, si no sabemos poner los límites y que ellos entiendan, que no son límites arbitrarios, sino justificados por el momento y la necesidad.

A todos los padres nos gustaría poder darles a nuestros hijos el sol, pero sabemos que si se lo damos, podría quemarse y perecer en el intento.

Nuestros hijos son y serán, lo que nosotros como padres queremos que sean. Si no tenemos los conocimientos, la voluntad, la educación y el sentido común necesario para conseguir que sean buenas personas, debemos recurrir a profesionales que nos orienten y les recuerdo que los docentes con su experiencia pueden ayudar, pues conocen y trabajan con sus hijos en otras facetas distintas y necesarias, que no se pueden contemplar en casa.

Si un padre no dialoga y pone puentes a su hijo, él tampoco lo hará y luego nos lamentaremos diciendo que ellos jamás han visto determinadas conductas o actitudes en casa, pero que luego en el colegio y en la calle si lo hacen.



Lo puedo decir más alto, pero no más claro, el poco o mucho tiempo de calidad que le dedique una familia a su hijo es crucial para su educación, pues nadie más va a conseguir el mismo efecto, otras personas podrán orientar, influir, marcar tendencia, etc. pero lo que es Educación con mayúscula, lo marca la familia.

Clases de danza obra de Edgar Degas 1873

viernes, 4 de septiembre de 2015

LA EDUCACIÓN COMO PROYECTO DE VIDA

La dama del armiño, obra de Leonardo da Vinci hacia 1488 1490

Publicado el día 4 de septiembre en el periódico La Provincia en la sección de opinión.

Sigue pasando el tiempo y todo parece que sigue igual y si me apuran, peor que antes, pues la inercia genera inmovilismo y retroceso. Todos somos conscientes que los tiempos que vivimos son trepidantes, las metas que antes nos fijábamos ya no se pueden utilizar como modelo a alcanzar, hay que buscar nuevos paradigmas que nos puedan ayudar a fijar un nuevo rumbo que genere estabilidad para toda la sociedad.


Cualquier situación externa nos afecta y está demostrado que estos cambios, pueden hacer tambalear los principales pilares que sustentan nuestra sociedad, lo que antes era blanco, ahora se difumina y depende de los ojos con que los mires, todo es cambiante, nada es inmutable, pero nuestra mente y nuestra sociedad parece que no quiere entender este proceso afecta a la totalidad de los seres humanos.

Las personas atendiendo a esta nueva realidad debemos y tenemos que ser conscientes de la situación y prepararnos para todo lo que nos viene y la mejor manera para atender esta circunstancia, es proveer a nuestros hijos de la principal herramienta que les ayudará a nadar en esas aguas turbulentas en las que nos estamos moviendo en estas últimas décadas y dotarlos de algo inmaterial y vital, que ha hecho que a lo largo de la historia, los seres humanos hayamos podido evolucionar y adaptarnos a los cambios en función de las necesidades, ese útil al que me refiero, es la educación y la formación permanente. Está claro, que por mucho que hayamos estudiado durante nuestros años de vida, nunca estaremos los suficientemente preparados, siempre hay que mirar hacia adelante, buscando la superación personal, teniendo en cuenta lo que hemos dejado atrás.

Es triste que tengamos que alcanzar una edad determinada, para darnos cuenta del tiempo perdido, por no haber aprovechado las oportunidades que podían suponer un nuevo proceso de aprendizaje, que de forma inconsciente nos habían inculcado ir siempre sobre lo seguro y no salirse de la idea preconcebida.

Hay que inculcar a las familias, que deben elegir el mejor proyecto de vida para sus hijos, y no solo en cuanto al ámbito de la educación y cariño que reciben desde la casa, sino también a los centros educativos en los que estudian.

Los colegios no deben ser simples guarderías en donde se recogen a los niños durante unas horas al día, teniendo en cuenta, que en la mayoría de los casos, están más tiempo despiertos con sus profesores en el centro, que con sus familias, y que ese período debe aprovecharse para cambiar todo lo que hasta la fecha se ha estado haciendo mirando modelos del pasado, con unos proyectos vivos que asuman las necesidades reales de la sociedad, con equipos comprometidos con las necesidades reales de la educación y de cada alumno, dando ejemplo permanentemente a sus alumnos y familias.

Es muy fácil decirlo, comentarán muchos, pero la realidad es que con tanto pesimismo, lamentándonos de los problemas y las presiones externas, jamás lograremos cambiar este modelo caduco, que solo genera insatisfacción, inadaptación e infelicidad a nuestros hijos cuando salen del mundo universitario para afrontar la realidad de su futuro.

En educación, la cuestión no es tanto de acumulación de conocimientos, para competir a ver quién sabe más a partir de una nota, sino de enseñar a desenvolverse y a trabajar la información para transformarla en conocimiento necesario permanente, y menos hoy en día cuando tenemos una herramienta como es internet, que lo tiene todo. ¿Me quieren decir de qué nos sirvió estudiar aquella interminable lista de Reyes Godos, o la de las comarcas de toda España?, ¿qué sentido lógico tenía?, algunos es posible que dijeran, que eso hacía ejercitar la memoria, pero yo les digo, que aprender no tiene por qué significar sufrimiento, educar conlleva esfuerzo, constancia, interés, perseverancia y deseo por mejorar y eso es algo que se puede inculcar desde la familia y entornos próximos al niño, como es el colegio y su equipo de personas que requieren de todo el apoyo y no de las críticas que no sean constructivas. 

Recordamos aquello de que “somos lo que vivimos”, no podemos seguir dejando que nuestros hijos carezcan de los útiles necesarios para afrontar el mundo que se les viene encima, es preferible ayudarles a forjar un camino de forma segura, autónoma, con el manejo total de los idiomas como si fuera el materno, en donde sepan expresarse con fluidez en público defendiendo sus propuestas e ideas, que sepan trabajar en equipo, asumiendo sus responsabilidades y que ello no suponga ningún sacrificio, evitemos que sufran preparándolos desde la infancia, haciendo que valoren de forma positiva el proceso de aprendizaje, sobre todo es una cuestión de cambio de actitud y predisposición por parte de todos.

Por supuesto que esto que yo planteo, es una labor de conjunto de toda una sociedad comprometida, en donde las familias tienen un papel fundamental con sus intervenciones y decisiones con los hijos, en donde no pueden haber intereses partidistas, y que por supuesto se debe producir un gran pacto de Estado sobre educación, en el que intervengan todos sus protagonistas, no los políticos de turno, para que se cambie definitivamente nuestra visión de la educación permanente como forma de vida para todos los miembros de la sociedad.

Hay muchos que asocian la frase de: “educación como proyecto de vida”, en el ámbito espiritual, yo esa faceta la dejo para los religiosos y especialistas en ver más allá de la realidad, para mi es algo más tangible y necesario, que es nuestro día a día y el futuro que les espera a nuestros hijos.

¡Pongámonos las pilas ya!
David, obra de Gian Lorenzo Bernini, entre 1623 y 1624

domingo, 5 de julio de 2015

LA COMUNICACIÓN EN LOS CENTROS EDUCATIVOS




Escenas de la Pasión de Cristo, obra de Hans Memling pintada hacia 1470


Publicado el domingo 5 de julio de 2015 en la página 30 en la sección de opinión del periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria.


Es muy complicado hablar de la necesidad de la comunicación e información en cualquier estructura laboral donde intervengan grupos humanos, pues de las consecuencias de estos dos elementos hay profesiones como es en la educación que sin ellos, sería imposible trabajar. Toda nuestra vida se articula gracias a la comunicación, bien sea verbal, como no verbal, cuantas veces una simple mirada ha dicho más que una charla, y si no lo creen, recuerden aquellas miradas que algún profesor/a o familiar nos echaba para que dejásemos de hacer lo que fuera. En los centros educativos, damos por sobreentendidos determinadas cuestiones que luego en el ámbito del día a día, cuando estamos en plena vorágine de las clases, reuniones, guardias de patios, sustituciones, clases, informes, reuniones con alumnos, padres, compañeros, etc. no encontramos el tiempo suficiente para hacer lo que realmente es necesario para que funcione la verdadera educación. Marta Albadalejo Mur en su libro Cómo decirlo, señala lo siguiente: “Para que una institución educativa pueda educar con eficacia, debe estar engrasada con una buena comunicación”.

La labor de un educador no consiste simplemente en la transmisión de unos conocimientos, ya que eso es simplemente información, en la actualidad, la información además de los libros, se puede obtener con internet con cualquier soporte que acceda al mismo, cuando educamos transmitimos valores, habilidades sociales, ahondamos en el conocimiento de las personas para orientarlas en todo aquello que precisen, ayudarles a crecer con pilares sólidos, a respetar al compañero, a trabajar proyectos en equipo, a buscar información para emitir una opinión con fundamento, fomentar el espíritu crítico para que nadie lo manipule, etc.

Las prioridades que se deben acometer en cualquier centro de trabajo y sobre todo en un colegio, es poner en primer lugar el restablecimiento de todos los enlaces de comunicación necesario para generar un ambiente de confianza y seguridad laboral, eliminando aquellos elementos que contaminan la verdadera comunicación, entendiendo como verdadera comunicación, aquella que independientemente de los tonos y de los contenidos, se considera fundamental como engranaje para el buen funcionamiento del centro educativo, en el que estén trabajando personas que se interrelacionan y se necesitan mutuamente en la búsqueda de una meta común. Toda la información que se genera a través de la comunicación en cualquier centro, debe confluir en las personas responsables, para que se articulen las respuestas correctas y adecuadas en cada uno de los casos.

No se puede concebir una organización del tipo que sea, sin que fluya la comunicación con la información precisa de forma direccional, bien sea del tipo vertical, como horizontal. Entendiendo que preferentemente debe ser horizontal a partir de que todos los miembros del centro, tienen asumidas e interiorizadas sus responsabilidades y funciones, aunque sean necesarias marcar unas directrices desde el ámbito vertical.

Desde los equipos directivos de los centros, se deberá potenciar el desarrollo de la transparencia y de la libertad de expresión, y que esta redunde en un carácter constructivo de los mensajes, imponiéndose su manifestación para mejorar de la educación de los alumnos/as y de todo el proceso formativo. La comunicación en un centro educativo debe ser fluida, con respeto pues los docentes somos modelos a seguir por nuestros alumnos/as y si ellos ven que entre los docentes no se mantienen las mínimas normas de convivencia y de comunicación, no podemos exigirles algo que no predicamos, porque ellos se están fijando siempre en lo que hacemos, por qué lo hacemos y cómo lo hacemos.

Debemos estar siempre preparados con suficiente información, para cualquier situación que pueda aparecer en un centro de trabajo, y saber tomar las medidas que correspondan para que el equipo de trabajo se vea lo menos afectado posible, por una actuación inadecuada de cualquiera de sus miembros. El filósofo nacido en México Carlos Llano Cifuentes dice: “Quien no sabe lo que quiere, no puede lograr nada” pues en educación ocurre exactamente eso, debemos tener muy claro lo que queremos con nuestros alumnos/as, para articular una serie de acciones comunicativas encaminadas a conseguir ese objetivo, y eso se puede extrapolar a cualquier ámbito de la sociedad.



Llevamos muchos años intentando aplicar las nuevas tecnologías tanto a la mejora de los procesos de enseñanza en los centros, como a la necesidad de acercar a las familias toda la información que se genera en el colegio con su hijo/a, con la intención de mejorar la comunicación y por ende, la educación de forma individualizada de todo el proceso educativo a través de las plataformas educativas que están en la nube. Esos programas que tienen los colegios colgados en la nube a través de las plataformas, nos dan de forma individualizada y con total garantía de seguridad en el cumplimiento de la normativa de protección de datos, todo tipo de información sobre los alumnos, notas, ausencias, retrasos, entrevistas con los tutores, notificaciones del colegio, etc., pero siempre debemos tener en cuenta, que esa herramienta es un medio más para ayudar a mejorar la educación y comunicación entre familia y colegio, y que no sustituirá jamás a la entrevista personal del tutor con la familia y con los alumnos, no puede ni debe convertirse en un fin que deje de lado la interacción diaria y personal de alumno-profesor.
La fragua de Vulcano, obra de Diego Velázquez pintado en 1630

domingo, 7 de junio de 2015

EL VALOR DE LA EXPERIENCIA EN LA DOCENCIA


Retrato de  Denis Diderot obra de Louis Michel Van Loo en 1767

Artículo publicado en la página 37 de la sección de opinión, en el periódico La Provincia el domingo 7 de junio de 2015,

El tiempo pasa y se está aproximando el final de otro año escolar para toda la comunidad educativa y al mismo tiempo, tienen que estar organizando la planificación del próximo curso 2015 – 2016. Los colegios son entes que están sometidos a ciclos que se van repitiendo a lo largo de los años, en donde las personas cambian y los métodos y las formas de trabajar con los alumnos se van adaptando a las nuevas necesidades que demanda la normativa por un lado, y por otro a la imperiosa urgencia de reciclarse y estar preparados para formar a nuestros jóvenes, dotándolos de las herramientas y conocimientos necesarios, para ayudarles a ser mejores personas, y para ello tienen que estar en permanente formación. 

Muchos son los que recriminan al cuerpo docente sus jornadas de trabajo, independientemente de si son centros públicos o privados, y mucho más sus períodos vacacionales, sin tener en cuenta que los enseñantes no solo están al pie del cañón, día tras día, realizando un trabajo con los alumnos, atendiendo a las familias, respondiendo a unas exigencias burocráticas por parte de la administración educativa y que además realiza otro trabajo más silencioso y en la sombra, invisible para todos y que se hace desde su hogar preparando las clases, o rellenando informes, corrigiendo trabajos, contestando email a las familias, etc. añadido a la labor de organizar su vida privada y familiar, cuando el resto de las personas que han trabajado durante su jornada laboral diaria, están de descanso o atendiendo en exclusividad a su familia.

Como en todos los trabajos pueden haber algunas personas, que no respondan a lo que se espera de ellas, pero eso ocurre en todas las profesiones, los garbanzos negros existen en todas las ocupaciones, pero no por ello vamos a estigmatizar a todo un colectivo como ocurre con los educadores, que en su gran mayoría se sienten en la responsabilidad de trabajar en su ámbito y de ir cada día a su centro de estudio con la mejor de sus caras, para estar con los niños, a pesar de lo dura que pueda ser su vida personal, porque se siente feliz de hacer lo que realmente quieren y les gusta, independientemente de todo lo que acontezca en su entorno. Como escuché en una ocasión un eslogan referido a los educadores que decía: “todas las profesiones son importantes…, pero algunas son imprescindibles”. En público todo el mundo habla maravillas de la profesión, pero cuando tienen la ocasión en privado, rastrillazo que te pega.

A veces somos injustos cuando hacemos valoraciones generalizadas sobre profesiones, devaluando su quehacer porque resulta más cómodo criticar y hacer juicios de valor sin conocimiento de causa, que defender a los que lo hacen bien cada día y luchan por dignificar una profesión, como ocurre con la gran mayoría de los docentes, que sin ella el futuro de nuestros hijos y de toda la sociedad sería imposible concebirla. Vivimos en un país que nuestro deporte nacional no es el fútbol, sino poner a caer de un burro a todo aquello que desconocemos y envidiamos.

Es cierto que muchos profesores que llevan años en la docencia, dicen sentirse quemados por no verse apoyados por las personas responsables ante determinadas decisiones y actuaciones, por percibir que la sociedad no le ha dado el respaldo necesario con la misión que realizan, por verse siempre objeto de críticas injustas e injustificadas, porque les han hecho sentir que son los responsables de muchas cosas malas que se producen en la sociedad, sin señalar a los auténticos responsables y un largo etcétera que seguro cada uno según lo sienta, lo pueda contar. Lo cierto es que también los docentes tienen sentimientos, sufren y padecen con todos los despropósitos que se puedan dirigir injustamente hacia ellos, pero también es cierto que no debemos dejar que los árboles nos impidan ver el bosque. No podemos estar siempre auto flagelándonos por todas las cosas malas que se producen a nuestro alrededor, mirándonos el ombligo, lamentándonos de todos los sinsabores que vivimos, sintiéndonos con espinas clavadas que no nos ayudan a seguir el camino con la ilusión y fuerza necesaria para trabajar con los niños, como educadores, nuestros alumnos deben ser la fuerza que nos ayude a hacer que cada día valga la pena ir a trabajar, e interiorizar el verdadero sentido que significa educar, lo que supone dar todo lo que tienes y sabes, sin la necesidad de esperar, con la única esperanza y empeño de ver cómo se desarrollan y crecen personal e intelectualmente los alumnos que están a tu cargo.

Es muy probable que muchos de los que llevan años en la enseñanza me digan, que a estas alturas de la vida ya no esperan sino que llegue su edad de jubilación, porque dicen sentirse que ya han dado todo lo que podían dar y que les cuesta llegar a los niveles de empatía necesarios para engancharlos al aprendizaje con una motivación activa y constructiva para ganarse a un grupo de jóvenes. Yo les digo que esa actitud de resignación solo lleva a la desesperación y a la frustración, que lo mejor es cambiar el chip y saber que las cosas se pueden hacer mejor, de cómo se han hecho hasta la fecha, porque es necesario que se produzca ese espíritu de superación independientemente de la edad que se tenga. Comenzamos a envejecer y a sentirnos mayores, cuando perdemos la ilusión por lo que nos apasiona y nos acomodamos en lo fácil y perentorio. La vida es un aprendizaje permanente, y una lucha contra todo lo que nos suponga inmovilismo y vivir del pasado.

Dicen que agua pasada no mueve el molino, dejemos de estar viviendo del recuerdo y de las cosas negativas del pasado, proyectemos un futuro para nuestros alumnos con ganas, alegría e ilusión, reconozco que a veces puede resultar complicado por esta situación tan caótica que nos está tocando vivir, pero depende mucho de cada individuo, pues las cargas negativas llevan a las personas a enfermar, si no es físicamente, sí lo hará psicológicamente y eso no es bueno para nadie. No podemos dejar de reconocer que la mayoría de las veces, los docentes consiguen con su trabajo, que los colegios sean auténticas islas de tranquilidad y equilibrio para niños cuyas familias tienen verdaderos problemas de todo tipo, familiares, económicos, sociales, etc. y eso no se quiere ver, ni reconocer.

Trabajar en un centro educativo implica el compromiso e identificación con un proyecto, que está asociado a una forma de trabajo responsable que ayude a su ejecución. Es mucho lo que queda por hacer en este campo, y la experiencia de los veteranos es importante para manejar situaciones en las que los años y los conocimientos han ayudado a dar un giro a cualquier situación que surgiera fuera de lo normal. 



Los docentes tenemos que aprender a aprender desde la humildad, desde el reconocimiento de las propias limitaciones de cada uno, para poder ir construyendo unos pilares sólidos en la formación de los futuros docentes. Nadie nace sabiendo y en este ámbito de la educación es fundamental un tutelaje de los veteranos hacia los novatos, para que aprendan a desenvolverse. Está claro que a los nuevos profesores, no se les debe dejar solos, cuando a su alrededor hay compañeros que tienen los años y la experiencia que les pueden ir señalando el camino. Hay centros que tienen elaborado un protocolo para entregar a los nuevos docentes cuando acceden a un colegio, pues de lo que aprendan al principio se verá el resultado con el paso de los años.
Retrato de Giovanna Tornabuoni, obra de Domenico Ghirlandaio hacia 1489.1490

viernes, 15 de mayo de 2015

EQUIPOS DIRECTIVOS MOTIVADORES PARA COLEGIOS EFICIENTES.


El paso de la laguna Estigia obra de Joachim Patinir  1520.1524





Publicado el viernes 15 de mayo en la página 34 de la sección Opinión en el periódico La Provincia

Llevamos muchos años debatiendo en las esferas correspondientes sobre la forma de dirigir un centro educativo en los momentos actuales, de forma que todos los integrantes del centro se impliquen personalmente en un proyecto común, que redunde en una mejora de la calidad de la enseñanza que reciben los alumnos y sus familias.

Si hacemos una pequeña síntesis de lo que han sido los estilos de liderazgo en la dirección de cualquier empresa en estos últimos años, podemos ver cómo ha tenido que ver mucho con los cambios de ciclos económicos del país. Si hacemos un poco de historia, recordamos como entre los años 70 y 80 del pasado siglo, la dirección de las empresas y de los centros educativos era bastante jerárquica e impermeable, una dirección basada en las tareas productivas con normas claras y precisas, buscando casi en exclusividad los resultados, posteriormente desde mediados de los años 90 hasta el año 2008 aproximadamente, el ciclo expansivo de la economía generó unos resultados fáciles y cómodos, lo que dio lugar a estilos de liderazgo que se centraron más en las personas y las organizaciones se hicieron más horizontales. En estos últimos años, a partir de la llegada de la crisis, se ha vuelto otra vez en las empresas a la búsqueda de resultados casi exclusivamente.

Lo que todos tenemos en la mente ahora es sobrevivir a los ajustes y recortes, poco menos que diciendo: “virgencita que me quede como estoy”. Pero la realidad es que tenemos que ir pensando en el futuro y en la sostenibilidad de nuestros centros e ir más allá. Hay que potenciar un estilo de dirección que se centre en las personas y en los resultados.

Hay que tener siempre presente que los niños reproducen el carácter de sus escuelas y la sociedad que les rodea, por consiguiente debemos ser conscientes de la responsabilidad que tenemos en nuestras manos y preocuparnos por tener los mejores equipos de dirección que logren inculcar el proyecto de centro a los docentes, para que estos a su vez lo transmitan a los alumnos y sus familias. Lo que sí está claro, es que para poder recoger en cualquier faceta de la vida, antes hay que sembrar y cuidar, si no se cultiva, nada puedes esperar.

Últimamente las principales noticias sobre educación que tenemos en España en los medios de comunicación están asociadas a conflictos, violencia, fracaso, recortes y política, entre otros. La educación es el futuro de un país y eso tiene que ser asumido por todos y mucho más por los responsables en poner las bases de la misma, no podemos permitirnos el lujo de perder el tiempo en discusiones bizantinas, cuando hay tanto por hacer.

Dice Richard Gerver que: “la educación tiene que ver con el futuro, no con el pasado y sin embargo es ahí donde nos encontramos”

La cabeza visible de cualquier centro educativo es el director, por ser la persona que es capaz de asumir riesgos y de llevar a cabo lo que otros no están dispuestos a realizar. Aunque el colegio es un todo y la imagen que se transmite a la sociedad representa el trabajo de lo que se hace en el mismo. Nunca me cansaré de repetir que el colegio lo hacen las personas, no las instalaciones, aunque estas pueden ayudar a desarrollarlo. Lo que transmitan las personas que trabajan en el mismo, es lo que percibe su entorno y la sociedad.
Olga Casanova y Lourdes Bizarra señalan en su libro “Escuelas Inteligentes” las cualidades que debe tener el director de un centro educativo son: actitud de servicio, respeto, sentido del humor, paciencia, generosidad, flexibilidad, afabilidad, decir siempre la verdad, honradez, visión abierta frente a la visión túnel, humildad, sensatez, naturalidad, compromiso y coherencia. Puede que alguno piense que esas cualidades es imposible encontrarlas en una persona, pero se equivocan, hay muchísimas personas que tienen ese perfil y mucho más, pero que resulta que son totalmente desconocidos y eso es precisamente lo que les hace más grandes.
Las nuevas tendencias para llevar un centro educativo están encaminadas a modificar la visión tradicional que poseemos del responsable del centro, pues dónde antes veíamos a un Director como gestor/jefe, ahora nos encontramos con un líder/coach, capaz de preparar a personas que están en su entorno, motivándolas para que puedan producir una efectiva distribución de liderazgo entre el personal, mostrándose como guía de valores que compartirá con el resto de miembros del centro, adoptando compromisos, manteniéndose en un proceso continuo de aprendizaje e innovación, colaborando en todo cuanto pueda y evitando aquella figura internamente competitiva.

Como señala Peter F.Drucker abogado y tratadista austríaco sobre la figura del director-líder:

“Un líder tiene que ser motivador y energizador, alguien que inspira y guía a los otros, que da energía al sistema y genera una situación mágica por la que todos quieren hacer algo extra.”

Este es un planteamiento de cambio radical a la imagen de directivo de hace tan solo algunas décadas, pues la sociedad se ha transformado y nuestras relaciones con los miembros de la comunidad educativa debemos adaptarla a los nuevos tiempos que nos está tocando vivir, para conseguir un mayor compromiso e identificación con el proyecto.

El director se tiene que hacer un planteamiento expositivo desde la humildad, puesto que nadie nace sabiendo, y aún estando toda una vida laboral en un puesto de Dirección, no se puede decir que se tiene todo controlado, sin tener en cuenta que está trabajando con personas y que los cambios generacionales, sociales, económicos y culturales marcan los tiempos, así como la transformación de valores que se están produciendo en la sociedad y por ende en el personal, alumnos y familias que acceden al centro de estudios.

El funcionamiento de un colegio es como una maquinaria que siempre está en marcha, perfectamente engarzada y que requiere estar en constante movimiento, con ritmos fijos obligatorios marcados por los acontecimientos y actividades programadas previstas para cada trimestre, sumadas al fundamental proceso de aprendizaje académico de los alumnos y al uso adecuado que hacemos de la comunicación entre todos los distintos miembros de la Comunidad Educativa.

Una de las funciones más importantes del Director, es ayudar al grupo a pensar metódicamente y cuidar que las relaciones entre sus componentes no se deterioren.

El Director tiene que promover relaciones interpersonales de calidad, fomentando la cordialidad entre el profesorado y el Equipo Directivo, para poder cumplir con eficacia sus objetivos. Se deben erradicar las divisiones internas dentro del Equipo Directivo, pues son el mayor peligro para el mismo. Hay que respaldar y dar cobertura a los miembros del Equipo Directivo y resto del personal, no dejándoles en la estacada y asumir que lo que pasa en el equipo es responsabilidad del Director como máximo responsable.

Las cualidades personales del Director y su Equipo Directivo, serán decisivas en la calidad de vida del Centro Educativo.

Composición nº 8 obra de Vasili Kandinsky 1923

jueves, 30 de abril de 2015

APRENDER A VIVIR EN SOCIEDAD

Madrid desde Torres Blancas obra de Antonio López (1976-1982)


Publicado hoy jueves 30 de abril, en la página 36 de la sección de Opinión en el periódico La Provincia


Al final vemos como todo está cambiando, las percepciones de las emociones buenas y de las malas, los valores y las actitudes, los niveles de exigencia y el esfuerzo, la forma de afrontar la vida y las actitudes ante la misma, etc.

Para que realmente comencemos a ver como la sociedad evoluciona positivamente hacia una humanización de nuestras relaciones, tendremos que hacer un cambio radical en la forma de educar a nuestros hijos desde casa, y no dejar que sean los profesores los únicos encargados de formar y educar a los niños y jóvenes, como si las familias estuvieran al margen de lo que realmente es imprescindible, que es ayudar a su hijos a crecer con unos principios elementales de convivencia y respeto. Los docentes ayudan a las familias para que sus hijos adquieran unas habilidades y conocimientos, pero es en el seno familiar donde se interioriza la base de lo que es la persona. De nada sirve educar a un niño para vivir en la más absoluta soledad, porque los hijos no tienen las habilidades y herramientas sociales necesarias para desenvolverse entre el resto de personas, compartiendo proyectos e ideas en común, puesto que convivir es aprender a dar y compartir.

Estamos contemplando cómo están pasando varias generaciones de personas que de forma mayoritaria, solo se preocupan de forma egoísta por su felicidad exclusivamente, y eso ha degenerado en que exista una apatía total hacia el prójimo, sin preocuparse de si sus actuaciones pueden perjudicar o dañar a segundas o terceras personas, da igual que sean amigos, familia o desconocidos. El lema que tienen grabado en su frente es “yo primero, yo segundo y yo tercero”.

Cuando la corriente filosófica del hedonismo fue formulada por los epicúreos en Grecia hacia el siglo IV antes de Cristo, no estaba previsto con el paso del tiempo, que algunos seres humanos, que en teoría tienen cubiertas todas las necesidades básicas, pudieran llegar a sobrepasar las teorías iniciales, simplemente por no utilizar los principios más básicos de razonamiento, pensando que las obligaciones y la responsabilidad vendrá con los años y quizás después de algún susto propiciado por elementos ajenos a su círculo de relación, les obligue a actuar de la forma más conveniente como un ciudadano responsable y activo.

En cierta ocasión dije que en algo nos habíamos equivocado, pero que exactamente no caía en qué, ahora me doy cuenta de lo preocupante de la situación, cuando vemos como de forma multitudinaria hay tantas personas, niños, jóvenes y mayores, que no son capaces de pensar en las consecuencias de sus actos y mostrar un total desinterés por la solidaridad, la generosidad, el respeto al trabajo de los demás, el respeto a ser diferente y que no me den la espalda, a prejuzgarme sin darme oportunidad de manifestarme como soy, y un largo etcétera.

La solución está en las manos de todos y cada una de las personas que tiene a su cargo hijos, pues de lo que hagan con ellos en su educación, con el paso de los años y en el día a día podrán recoger lo que han estado sembrando. Dejémonos de echarnos las manos a la cabeza por lo que vemos de lo que hacen nuestros hijos en casa y fuera de ella, hemos sido los padres, con la dejación de nuestras obligaciones, los que hemos permitido y consentido las conductas, actos y actuaciones con nosotros y con los demás, que jamás debían haberse permitido que los hicieran en un primer momento, y que ahora con el paso de los años es muy difícil ponerle el cascabel al gato para corregirlo.

Lo que de pequeños nos ha podido parecer que sus actos rebeldes e irrespetuosos hacia las personas de su entorno, eran algo gracioso, con el paso de los años esas actitudes degeneraron en falta de respeto, ofensas y agresividad hacia los demás, sin importarle hacia quien iba dirigido, por una falta de control personal y haberle consentido que se produjera. No podemos seguir mirando hacia el lado contrario de donde sucede lo importante, hay que implicarse y actuar de forma contundente. Lo que yo no haga en su momento para enderezar, es muy difícil que con el paso de los años vaya a venir alguien con una varita mágica para enmendarlo.
El Gran Canal de Venecia y la iglesia de Nuestra Señora de la Salute, obra de Canaletto hacia 1730

lunes, 6 de abril de 2015

OBJETIVO 2030, UNA NUEVA REFLEXIÓN SOBRE EDUCACIÓN

Cartel obra de Alfons Mucha hacia 1887


Publicado en el día 6 de abril de 2015 en la página 18 de la sección de opinión en el periódico La Provincia


Últimamente nos están llegando estudios realizados por entidades nacionales e internacionales sobre las previsiones demográficas en todos los sectores de la sociedad y sus consecuencias a medida que nos vayamos adentrando en pleno siglo XXI. Con todo este maremágnum de crisis económica y social por la que estamos pasando, a nadie de los de aquí les ha dado por pararse a pensar cuáles son las previsiones que se deben hacer de cara a los distintos sectores que mueven nuestra vida en este país, aunque si bien es cierto, que hoy en día es imposible pensar y planificar para nosotros, sin tener en cuenta lo que nos rodea, por nuestra famosa globalización, que nos ha traído muchas cosas positivas, pero también inconvenientes internos.

Con los datos que se pueden consultar en la web del Instituto Nacional de Estadística en su Proyección de la Población de España 2014 -2064, en el Estudio del Envejecimiento de la Población Mundial publicado por las Naciones Unidas y los informes de Bankia, del Banco de España sobre las proyecciones de población y de los hogares en España para el presente siglo, las perspectivas no son nada halagüeñas, puesto que de seguir las previsiones tal y como están en los próximos 15 años se van a perder un millón de habitantes y 5’6 millones en los próximos 50 años. Consecuencia de todo ello es menos población y más envejecida, retroceso de la población activa, menor capacidad de consumo y mayor tasa de dependencia. En cuanto a la situación de los jóvenes, España junto a Italia y Alemania se sitúan en 2025 por debajo de la media europea, colocándose entre los países con menor porcentaje de población menor de 15.



Como ocurre con todo en estos últimos años, también se están poniendo las cosas difíciles para la continuidad de muchos colegios, si nos paramos y atendemos a los datos demográficos mencionados de cara a los próximos años. Para empezar, desde el punto de vista demográfico, ya hemos comenzado a notar un descenso general de la población en España del 0’28 % entre los años 2013 y 2014. Lo cierto es que las previsiones que estamos manejando en estos últimos años sobre natalidad en el territorio nacional, son muy poco alentadoras, aunque particularmente en Canarias pueda darse un ligero repunte según el Instituto Nacional de Estadística. Podemos leer en la misma que en una proyección demográfica que hace sobre la estimación de la población a lo largo de este siglo son para echarse a correr, pues señala que si a 1 de enero de 2014 se habían producido un total de 401.901 nacimientos, para el año 2028 habrá una previsión de 229.279 nacimientos y posteriormente para el año 2063 será de 229.434 nacimientos.

Con esas previsiones demográficas tan negativas, todos debemos ponernos a replantear muchos de los trabajos y ocupaciones que existen en la actualidad, así como su proyección en el mundo laboral, hay que rediseñar el mapa de las profesiones de futuro, y las necesidades de las mismas, pues la previsión de pérdida de población es una evidencia que ya se está viviendo y será un auténtico problema para todos y no vemos que haya nada previsto para paliar esa situación, como siempre, nos cogen con los pantalones bajados y con la tareas sin hacer, ¡otra vez a improvisar y a tirarnos los trastos a la cabeza!

En un estudio reciente sobre las predicciones en educación para este siglo, realizadas por la WISE (World Innovation Summit for Education) plataforma internacional y multisectorial para el pensamiento creativo, el debate y la acción intencionada, que se ha consolidado como un referente mundial en nuevos enfoques de la educación, se han confeccionado estudios sobre las consecuencias que tendrán en la educación la evolución demográfica, la globalización, así como el uso de las nuevas tecnologías y la necesidad de un cambio de mentalidad en el presente siglo, haciendo hincapié en los siguientes aspectos en el ámbito educativo: en primer lugar, señala que la adquisición de conocimientos según el estudio establece que la mitad de los mismos, será suministrado por internet, y que aproximadamente cerca del 30% será dado por el colegio, el resto por otros factores, además propone que lo que más se valorará en educación serán las habilidades personales y prácticas y que los conocimientos académicos se circunscribirán a un 25% del total. Asimismo especifica que el coste de la educación será compartida, llevándose la mayor carga para los progenitores, repartiéndose el resto del mismo entre la administración pública y la empresa. Añade que como hemos venido diciendo en ocasiones anteriores, la duración del aprendizaje será para toda la vida, aunque el rol del profesor lo señala como un guía del alumno.

No hay que ser muy inteligente para ver la que se nos avecina en el campo educativo, pues con las proyecciones demográficas y las previsiones comentadas anteriormente, tienen que hacer pensar a todos los responsables en educación para reflexionar y replantearse su futuro de cara a las necesidades de ejercicio de la profesión y de las previsiones reales de los espacios necesarios para su aplicación. Se deberían crear auténticos foros de debate y consenso sobre la educación que queremos y de cómo debemos plantearla en todos los ámbitos de la misma, desde la organización de los centros, sus espacios de uso y los tiempos asignados para trabajar con los alumnos, las herramientas necesarias, las formas de trabajar con los alumnos y sus familias. Hay que hacer un auténtico planing con plazos establecidos de las necesidades reales en el campo educativo para no seguir perdiendo recursos y energías necesarias y encauzarlas en las verdaderas prioridades de aprendizaje de los alumnos para forjar la sociedad.

Cierto es que con la que nos está cayendo, mucho tiempo no hay para ver más allá de nuestras narices, pero tenemos la obligación de hacer un esfuerzo y planificar para que el sacrificio que se tenga que hacer sea más llevadero, si dosificamos la medicina a emplear con cucharillas para todos sin excepción, en vez de tener que tragarnos los cucharones unos pocos, como ha ocurrido hasta ahora, de esta forma, podría ser más llevadera la transformación y adaptación a las nuevas necesidades.
Broche obra de Rene Lalique en 1899

jueves, 26 de marzo de 2015

COMIENZAN LAS JORNADAS DE PUERTAS ABIERTAS, ¡A BUSCAR COLEGIO!

Clipper el perro de Picasso, obra de Pablo Ruíz Picasso en 1895





Publicado hoy jueves día 26 de marzo de 2015 en la página 31 de la sección de opinión en el periódico La Provincia.


Los ritmos de funcionamiento y organización en cada lugar de trabajo son distintos según el sector y ocupación, hay quienes tienen períodos cortos e intensos de trabajo añadido, y otros que simplemente es continuar con la dinámica asignada de forma cotidiana. En los centros educativos dependiendo de la titularidad que ostenten, comienzan en este primer cuatrimestre del año, a diseñar y a poner en funcionamiento toda la maquinaria y planificación del próximo curso 2015 / 2016, y el primer paso que se da, es el proceso de captación y matriculación de alumnos para el siguiente año académico, siendo este proceso uno de los más importantes, puesto que si no hay alumnos, no hay colegio y las proyecciones demográficas para el presente siglo no son nada halagüeñas, por lo que todos los colegios tendrán que hacer muy bien su trabajo, para que las familias demanden plaza en un futuro.

Aún, la Consejería de Educación no ha dado el pistoletazo de salida mediante la publicación de la orden que señala los plazos de todo el proceso, requisitos, calendarios, criterios y baremaciones que deben seguirse para la adscripción de uno u otro alumno según demanda, a un centro de titularidad pública o privado sostenido con fondos públicos (concertado), con el que se inicia toda la parafernalia en los Colegios.

Antes de empezar con la burocracia de elección de centro para el hijo, los colegios tienen que hacer encajes de bolillo, para que la población a la que pueden aspirar, tengan conocimiento de sus proyectos educativos, implantación del inglés, metodologías didácticas, aplicación de las nuevas tecnologías en el aula, implicación de los profesores con el proyecto, plan de acción tutorial, funcionamiento del Departamento de Orientación, implementación del deporte en la actividad del centro, participación de las familias en el proceso educativo, planes de calidad que están llevando a cabo, características de servicios complementarios, resultados externos de las pruebas realizadas a los alumnos del centro, protocolos de actuación cuando un niño se accidenta o enferma, programas de atención a la diversidad, implicación del centro con programas solidarios, forma de trabajar los valores en el colegio, actividades o programas que potencien el que los alumnos trabajen en equipo y puedan hablar de forma fluida en público, funcionamiento del servicio de comedor, transporte y acogida temprana si los necesitara, actividades extraescolares, antigüedad y movilidad del equipo docente, todo eso y muchas más cosas que les interese a las familias, tienen que intentar verlo o bien a través del boca a boca de familias que tengan hijos en el colegio por el que están interesados, o que la entrevista mantenida con el responsable del colegio para informarle, convenza a los padres de las bondades del centro educativo y éste se identifique con que ese proyecto es el mejor para su hijo y su familia.

Desde el pasado mes de febrero, muchos colegios están organizando Jornadas de Puertas Abiertas para que las familias interesadas se acerquen a los centros, programándolas en horarios no lectivos, para que las personas interesadas que aún no tienen a sus hijos en el colegio, puedan asistir y comprobar in situ, algunas de las características que se anuncian en la publicidad del centro, o les comentan sus amigos. En esas jornadas suelen dar unas charlas que imparten miembros del equipo directivo y profesores de la etapa que les explican el día a día a las familias interesadas y posteriormente se organizan actividades. En algunos centros degustan un menú que ha preparado el servicio de comedor y antes o después hacen un tour educativo por el Centro.

Una vez que haya asistido a esas jornadas la pelota está en el tejado de las familias, que serán las que una vez hayan estudiado todo lo que le han ofrecido y decidan cuáles son sus prioridades para la educación de sus hijos, opten por uno u otro centro cuando se abra el plazo y elijan el tipo de enseñanza para su hijo. Teniendo que tener presente también que existe además la opción de una enseñanza privada totalmente, cuyos proyectos educativos tienen otros elementos añadidos de elección que están vinculados a aspectos idiomáticos, religiosos, metodológicos, de especialización y personalización, de funcionamiento interior, pero que al no estar subvencionado por la administración, su funcionamiento tiene que costearse por entero con las cuotas mensuales que aportan los padres de familia que tienen a sus hijos en dichos centros.

Hoy en día resulta complicada la elección de un colegio si los progenitores no tienen claro el proyecto de vida que quieren para sus hijos. El sentido común siempre nos ha dicho que los padres buscan una educación para sus hijos, en la que se sientan realizados muchos deseos y anhelos que ellos no tuvieron, partiendo de la experiencia propia vivida y de lo que quieren mejorado y ampliado para sus descendientes, lo bueno es aspirar siempre a lo mejor y cada uno pone el listón donde estima y considera en función de sus necesidades y presupuestos, ya que hay quienes dan prioridad a potenciar las emociones y los valores, compaginándolo con las competencias y contenidos, y hay otros que quieren niños que destaquen académicamente desde que se incorporan a la educación infantil, obsesionados porque sus hijos sepan leer, escribir, hablar en público en inglés y hacer las manualidades como si fuera un artista, por supuesto que también los hay que se dejan ir y buscan la comodidad. Hay de todo en la viña del señor.

Cada niño es un mundo y tiene su propio ritmo de aprendizaje, lo que debe hacer el colegio es respetar ese ritmo y hacer que adquiera una serie de hábitos y aprendizajes mediante la estimulación y la motivación temprana, que ayuden a sentar las bases, para que se produzca una maduración adecuada a cada edad y nivel. La tranquilidad de la familia será ver cómo va su hijo contento al centro de estudios.

Hay que buscar un colegio en que el niño sea feliz, que madure de forma sana, que aprenda a respetar y a convivir mediante la adquisición de unos hábitos saludables, que la familia se quede tranquila porque su hijo está siendo bien atendido por profesionales, que serán informados de todo cuanto acontezca con sus niños y que saben tomar las medidas adecuadas cuando surge un imprevisto. Buscar un centro en donde hay un proyecto común de futuro.
Perro semihundido, obra de Francisco de Goya y Lucientes entre 1819 - 1823

miércoles, 11 de marzo de 2015

LA IMPORTANCIA DE LOS MODELOS A SEGUIR EN EDUCACIÓN

El Doríforo de Policleto escultura griega del siglo V a. C



Publicado el miércoles 11 de marzo de 2015 en la página 31 de la sección de opinión en el periódico La Provincia

Hace días se publicaba en el periódico El Mundo una noticia sobre el encuentro multitudinario que se realizó en Palma de Mallorca con motivo de la celebración del 10º Aniversario de la Escoleta Asima. Con tal motivo, se invitó a César Bona, nuestro único candidato español al mejor maestro del mundo, ante un auditorio de 1500 personas del sector de la educación, ávidas de conocer experiencias y métodos nuevos que funcionen e ilusionen a los niños en su proceso de aprendizaje. No debemos olvidarnos, que la principal preocupación de los docentes, sea cual sea el nivel en el que trabajen, es estar actualizado y evaluar su labor para mejorar cómo hace cada día su cometido, pensando lo que dice, cómo lo dice y lo que hace, para que sus alumnos puedan crecer como personas e interiorizar y asimilar todo aquello que posteriormente le van a exigir para desenvolverse.

Lo cierto es que allí donde va, el aforo de los recintos siempre está lleno hasta la bandera para este maestro de Primaria natural de Aragón, exponiendo en sus charlas la forma que tiene de entender la educación y trabajar en el aula con sus alumnos, y eso debe servirnos a todos, para darnos cuenta que los responsables de educar a sus alumnos en cualquier parte de España, se interesan y quieren ver como otros compañeros están logrando unos niveles muy altos de éxito con sus educandos, para poder aplicarlo con los suyos, comprobando que con las nuevas metodologías, sus estudiantes puedan alcanzar no solo aspectos de conocimiento y competencias, sino que también sepan asumir responsabilidades e interioricen valores. La máxima que César Bona aplica en sus clases es que: “sin esfuerzo no hay recompensa”, convencido que a muchos docentes les gustaría asumir ese principio para trabajar con su grupo de clase.

En educación no es cuestión de hacer una competición para ver quién es el mejor, pero lo que sí está claro con el ejemplo de este maestro, es que no hace falta irse a otros países, a grandes ciudades o colegios imponentes, o a informes de la OCDE que nos digan lo que tenemos que hacer, para encontrar docentes que empeñan sus vidas en buscar nuevas formas de enseñanza y aprendizaje, implicando no solo a los niños, sino también a sus familias como un elemento fundamental en todo ese proceso, aplicando lo que señala Sergio Ramírez Mercado escritor y exvicepresidente de Nicaragua que dice: “la mayor revolución es ver el mundo como lo ve el otro”.

Los cierto es que César Bona ha puesto en práctica, lo que muchos docentes han venido realizando desde hace años, de forma silenciosa y anónima en su trabajo diario, esperando únicamente ver como sus alumnos consiguen dominar algo que en su día le resultó imposible alcanzar, o superen los obstáculos que con el paso del tiempo les van apareciendo. Pero ese trabajo es una labor constante que se consigue con dedicación y partiendo de la premisa, que como todo en esta vida, el respeto hay que ganárselo cada día, sin dormirse en los laureles.

Por desgracia en este país solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, y ahora todos los medios de comunicación ponen a este maestro de 42 años, como modelo de lo que debería ser el proceso de aprendizaje para la educación en España, desde que se proclamó su candidatura al “Global Teacher Prize” considerado el Nobel de enseñanza, que está organizado por la Varkey Gems Foundation, que valora el trabajo de los docentes que abren la mente a sus alumnos y les hacen pensar más allá de lo establecido. Sin quitar el valor que se merece esta persona, porque ha sido capaz de romper e innovar, teniendo la iniciativa de hacer lo que ha hecho cada día desde su puesto de trabajo, motivando a los alumnos y siendo un ejemplo y modelo para el resto de los maestros españoles. Tenemos que ser conscientes de nuestra realidad en estos momentos tan difíciles para todos, porque sabemos que existen muchos César Bona en todo el territorio nacional y nos sentimos orgullosos y satisfechos que un español nos represente y sirva como ejemplo a seguir para todos en esta profesión.

Aprovecho para hacer una reflexión sobre la docencia y circunscribirla a nuestra realidad cotidiana, todos sabemos que aquí están corriendo tiempos tempestuosos para los que ejercen la enseñanza, en donde por parte de la administración y otros sectores suelen ponerlos por uno u otro motivo, a los pies de los caballos de forma permanente, generando un ambiente enrarecido de cara a la sociedad, minando el principio de autoridad y respeto. Se les cuestiona todo lo que hacen y como lo hacen. Asimismo, los políticos responsables de cambiar este sistema, tampoco ponen los medios para el perfeccionamiento docente, ni las herramientas necesarias para mejorar la enseñanza, aparentemente todo son parches. Los profesores tienen que buscarse los recursos por su cuenta para estar al día con las nuevas exigencias que demanda la sociedad, se burocratizan los procesos, cuando debería ser todo lo contrario. Se debería potenciar una profesión docente creativa y de calidad desde la Universidad, actualizando metodologías, fomentando la innovación, incrementando las plantillas de apoyo para los alumnos con dificultad y respaldarles de forma clara y contundente porque son y serán las personas responsables de formar a las futuras generaciones de españoles que intentarán levantar este país.

A pesar de todo lo descrito hay que decir que se sienten felices de hacer lo que hacen, de acompañar, formar y ayudar a crecer a sus alumnos cada día, preparándolos para que se integren en la sociedad con la ayuda de las familias. Los contratiempos aparecerán siempre y son elementos de los que hay que aprender para superarlos y crecer como personas.

Volvemos a lo mismo de siempre, ¡todo no vale! y hacen falta modelos positivos a seguir en todas las áreas de nuestra vida, que nos puedan servir de faro y ayuden a encauzar aquellos aspectos que consideramos positivos, para proyectarlos a los que nos rodean, y de esta forma mejorar la manera de entender nuestra vida y la relación con los demás. No debemos olvidar que esos modelos positivos también se deben encontrar en el entorno familiar, para que los hijos tengan unos referentes a los que imitar. No pidamos a nuestros hijos, lo que no ejercemos como educadores con ellos.
Los estudios de la cabeza de Abraham Grapheus. Obra de Jacob Jordaens Siglo XVII

miércoles, 25 de febrero de 2015

EN LA EDUCACIÓN NO EXISTEN LOS EUROS A CINCUENTA CÉNTIMOS

Agnus Dei obra de Francisco de Zurbarán 1640

Publicado el miércoles 25 de febrero de 2015 en la sección de opinión del periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria

Llevamos una temporadita un poco larga, más concretamente lo que está durando esta legislatura y un algo más, que en campo educativo, no se ha hecho otra cosa que dar tumbos de un lado para otro, a costa de los grandes perjudicados que son los alumnos y sus familias, experimentando a ver si con las medidas improvisadas que aparecen un día sí y otro también, aciertan en la diana y de una vez por todas, consiguen hacer algo “a derechas”, sin fastidiar al principal protagonista de la educación que son los alumnos.

Yo no dejo de preguntarme quienes son los equipos de asesores, que no son capaces de encauzar los desequilibrios permanentes a los que nos están acostumbrando en estos últimos años en el ámbito educativo.

El miércoles 18 de febrero han vuelto con otra improvisación, pues conocimos la noticia de que el Ministerio de Educación con la intención de mejorar las dificultades reales que están teniendo los centros educativos públicos, para atender dentro de las aulas masificadas a alumnos con algún tipo de dificultad, van a aprobar un programa para que 2000 egresados universitarios den clases de apoyo. Con tal motivo van a destinar 22 millones de euros y según la Secretaria de Estado de Educación, Dña. Monserrat Gomendio, dice que cobrarán 1000 euros al mes, durante los siete meses que dure la beca. Los requisitos para acceder a dichas becas son que las notas medias de los expedientes sean iguales o superiores a 8’5 y con un nivel de B2 en lengua extranjera.

A mí que no me digan que aparentemente, la oportunidad de esta medida, parece estar al amparo de promover acciones mediáticas con el fin de un lavado de cara ante las próximas convocatorias de elecciones en este país. Al final es que uno siempre piensa mal y seguro que acierta, puesto que es extraño que llevemos todos estos años con pérdidas de empleo en este sector y justamente ahora, surge esta propuesta milagrosa del pan y los peces, como ocurrió en la Biblia.

Desde el punto de vista laboral y social, todas las centrales sindicales del sector se han unido poniéndose en pie de guerra, pidiendo la retirada inmediata de la medida, al entenderla como electoralista y que además el Ministerio está intentando paliar la pérdida de los 25.000 docentes que se ha producido en estos dos últimos años, y las consecuencias que entraña para la calidad en educación con todas esas pérdidas de empleo.

Entiendo que se tomen las medidas necesarias para el fomento del trabajo a los recién titulados, pero lo que se pretende es tratar de dar respuesta a alumnos que están diagnosticados con cierta dificultad de aprendizaje. Sin pretender menospreciar a nadie, entiendo que con esta medida no se arregla el problema, pues por mucho empeño que pongan estas personas recién salidas de la universidad, les hace falta muchas cosas que dan los años y la experiencia para estar con alumnos que presentan unas características especiales y que requieren una atención especializada, puesto que no todo es teoría en educación, la experiencia es un valor que lo dan los años y te ayudan a mejorar en tu labor con los alumnos.

El Ministerio de Educación no está planteando que atiendan a esos alumnos con necesidad de apoyo titulados en educación especial, sino maestros que han obtenido un título de grado en áreas como lengua castellana y literatura, lengua extranjera, matemáticas, ciencias naturales y ciencias sociales.

Por supuesto que los recién titulados de la universidad deben tener la oportunidad de ejercer en aquello para lo que se han preparado y han estudiado, pero si ya le resulta en la actualidad complicado a un maestro que lleva años enseñando, atender a un grupo de alumnos heterogéneos, en donde además hay un porcentaje “x” de alumnos con dificultades de aprendizaje, mucho más dificultoso puede ser para un maestro sin experiencia educativa, que no va a terminar un curso, controlar e impartir durante siete meses, (duración de la beca) unos contenidos, competencias y destrezas necesarias para superar los objetivos establecidos.

La calidad en la educación comienza por hacer un análisis real de las necesidades, y tomar las medidas necesarias para dejar de estar permanentemente tapando agujeros y solucionar el verdadero problema de base, con todas estas medidas no hacen otra cosa que llevar a la desesperación de los equipos docentes, alumnos, familias y sociedad, harta ya de tanto despropósito.



Esta medida de becar a titulados recién salidos de la universidad, podría haber sido efectiva, si se hubieran cubierto antes otras necesidades, de plantillas reales en los centros para evitar las masificaciones, de actualización pedagógica, de acceso a materiales de apoyo para el aprendizaje de los alumnos, de cuidar y apoyar un poco más a las personas que están educando a las futuras generaciones y de atender las necesidades más perentorias de los niños como es la alimentación, en aquellos centros que sea necesario, para que puedan rendir mínimamente y sacar partido de sus posibilidades.
Mosaico bizantino del siglo VI que representa el milagro de los panes y los peces.

domingo, 15 de febrero de 2015

DE LA TRADICIÓN A LA INNOVACIÓN EDUCATIVA

Entrega de las llaves a San Pedro, obra de Pietro Perugino hacia 1432

Publicado el domingo 15 de febrero de 2015 en la página 37 de la sección de opinión del periódico La Provincia.

Está claro que en estos tiempos que nos está tocando vivir, hoy más que nunca prevalece aquél refrán que dice: “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”

Yo me centraré en el sector educativo, pero perfectamente podría ser aplicado a cualquier otra área de nuestro sistema productivo en el mundo globalizado en el que nos encontramos.

Debemos tener claro que por lo general, cualquier empresa es reticente al cambio, ya sea porque la titularidad no entiende la necesidad del cambio, o porque tenga miedo a las consecuencias que pueda tener en su organización, pero también puede ocurrir en casos excepcionales, que ese cambio lo lleven en sus entrañas y sean unos adelantados.

Muchos colegios funcionan a partir de ver lo que hacen los demás y lo intentan aplicar a su sistema de trabajo de la mejor forma posible, pero no existe una planificación previa real, ajustada a sus necesidades y a su proyecto de futuro con la implantación de una innovación, sin poseer los requisitos necesarios para su implementación. Los proyectos de modernización y actualización de los centros docentes, supone nuevas metodologías didácticas, adecuado uso de las TIC al trabajo diario del aula, otra forma distinta de organización interna , planes de comunicación adecuados, protocolos de actuación, planes de mejora, control de la calidad, más transparencia, etc.

Como venimos diciendo siempre, los colegios lo hacen las personas no las instalaciones y son ellas las personas, las que hacen que un centro esté en la cúspide, o en el anonimato. Cualquier proceso de cambio debe partir de las personas que trabajan en el mismo, que son las que tienen el contacto diario con los niños y sus familias, mientras no se asuma esta realidad por parte de los responsables en su gestión, jamás se podrá afrontar cualquier innovación del signo que sea.

Lo primero que hace falta para que se inicie un proceso de innovación en un centro educativo, es que exista un cambio de actitud y que esta actitud sirva como principio de todos los cambios, estando presente en todos los líderes o cargos directivos que son los máximos responsables a la hora de propiciar los procesos y de transmitirlos posteriormente a sus equipos de confianza y a su vez al equipo de personas que van a implicarse en el planteamiento de la innovación. Lo fundamental es que todos tengan una actitud positiva para afrontar esa transformación, puesto que será más provechoso para todo el equipo ver los beneficios que reportará para los alumnos y sus familias, pensando en una educación de futuro, en vez de martirizarse pensando en los esfuerzos que están realizando en ese momento. Tenemos que asumir que nuestra vida es en estos momentos una constante preparación para las nuevas exigencias, todo es cambiante, nada es permanente y cada vez se nos exige más de cara a la preparación de las nuevas generaciones. Hemos estado viviendo en un sistema basado en la emisión de títulos y no en la potenciación de las habilidades y la creatividad. El futuro inevitablemente se habla en inglés como vía de comunicación internacional.

Hay centros que en su publicidad institucional, venden aspectos propios de innovación y señalándolos como un valor añadido, cuando luego ves la realidad y es todo lo contrario, manteniendo estructuras decimonónicas en planteamientos metodológicos y pedagógicos más propios de la época victoriana. Quieren aparentar en el papel o en la página web, lo que no se trabaja día a día con los alumnos.

Tampoco podemos considerar como innovación educativa la utilización exclusiva de las nuevas tecnologías, hay quienes piensan que introduciendo iPads o herramientas digitales en el aula están modernizando metodologías y que están innovando, cuando lo que se tiene que tener claro, es que la innovación no consiste en la tecnología, sino en cómo se usa. Hay centros que tienen unas infraestructuras tecnológicas muy potentes, pero luego en el funcionamiento diario, no han cambiado nada, los niños siguen manteniendo exigencias puramente memorísticas. No se está dejando que se transformen las prácticas tradicionales y se sustituya por una nueva forma de aprender.

Con respecto a la innovación educativa, si no está implicada toda la organización del centro y los miembros de la comunidad educativa, es muy difícil alcanzar las metas propuestas. Hay que potenciar en los centros personas innovadoras, culturas abiertas y flexibles en la que todos los miembros colaboren de forma horizontal con los directivos, que sabrán promover espacios de participación. Las organizaciones piramidales y estilos autoritarios a los que hemos estado acostumbrados, están reñidos con la innovación. La innovación no está reñida con la disciplina.

Si tomamos la definición de innovación como: “un cambio, una forma nueva de hacer las cosas, una mezcla de aportes que no se habían dado antes para añadir valor al alumno, al proceso de aprendizaje, a la comunidad educativa, a la comunicación, a la organización del centro, etc.”, el futuro está abocado hacia la innovación con una implicación total de las personas que participan en la educación de un colegio.

Dentro de todo este proceso, es evidente que no se puede introducir una serie de medidas innovadoras a un centro, si el personal no está involucrado en el mismo, el meter las cosas con calzador, genera efectos no deseados. En educación es preferible convencer a vencer a los equipos docentes. Lo más importante de los procesos de innovación son las personas que tienen que realizar esos procesos, así como la convicción, el compromiso, el entusiasmo, el sentido con que lo realizan, etc.


Hay que dejarse de simulacros de innovación, para ganarse a los alumnos y a sus familias, puesto que tarde o temprano, van a descubrir la realidad y producirse el efecto rebote de estar desencantados y a disgusto, porque el centro no ha cumplido los planteamientos de futuro que se le prometieron cuando se matricularon.
Los Desposorios de la Virgen, obra de Rafael Sanzio de Urbino hacia 1504