Detalle del cortejo de los Reyes Magos obra de Benozzo Gozzoli entre 1459 - 1461 |
http://www.laprovincia.es/opinion/2014/05/30/alumnos-elecciones-parlamento-europeo/611665.html
Ignacio Pardo Luzardo*
La verdad es que los docentes de secundaria hemos perdido una oportunidad de oro para poder enseñar a nuestros alumnos en qué consistía la famosa “fiesta de la democracia” con las elecciones del pasado 25 de mayo al Parlamento Europeo, a través de todas las herramientas que se ponen a disposición de los candidatos para que los chicos comprueben a través de los debates públicos y las propuestas de cada partido político para afrontar la próxima legislatura en la eurocámara, haciendo que estos futuros electores pudieran aprender de los adultos que pretenden obtener un escaño en la institución supranacional más importante de nuestro continente y resulta que toda la documentación que se ha visto, leído y escuchado de los candidatos y sus formaciones en el aula, se podría resumir en aquello de “y tú más”, echándose en cara cosas que todos los españoles sabemos antes de que se convocaran estas y las próximas elecciones.
Si decimos siempre que los alumnos tienen que aprender de los modelos que les transmitimos los adultos, pues sinceramente ahora los políticos dan una muestra de que están al día en los programas de reality show, sin mostrar a sus electores lo que realmente quieren hacer con nuestros votos y los compromisos reales a los que se someten cuando alcancen su escaño en Bruselas y Estrasburgo.
A un alumno adolescente, en los tiempos que vivimos, no se le puede enseñar solamente que cada x años una serie de personas quieren presentarse a un Parlamento, si no hay unas propuestas que representen a la ciudadanía con la intención de solucionar o mejorar nuestra calidad de vida. Tengo que enseñarles que si la democracia es el sistema menos malo de los sistemas políticos como decía Sir Winston Churchill, porque entendía entre otras cosas, que un partido independientemente de su tendencia y valores, si tenía el apoyo de las urnas, podía hacer a su antojo con el país lo que quisiera. También tengo que hacerles ver lo que representa de forma objetiva cada partido político, pero la verdad es que ellos quieren más y no han nacido ayer, para darse cuenta que si bien el sistema puede mejorarse, a ellos no les sirve que los mismos que han originado toda esta debacle social, económica y política, ahora vengan como candidatos salvadores de la patria, señalando que ellos están libres de pecado y poseen la piedra filosofal que todo lo arregla.
Mis alumnos no son ciegos, ni mudos, ni sordos y han visto todo lo que está aconteciendo y por desgracia muchos están viviendo en carne propia, que sus padres o alguien cercano a la familia, está sufriendo los contratiempos originados por las malas decisiones de políticos que han sido los gestores de la confianza que el pueblo depositó en ellos en su momento con su elección a la institución que correspondiera.
También se preguntan si realmente vale la pena votar, porque ellos dicen, que salga quien salga, esto va seguir igual, y que los perjudicados van a seguir siendo los de siempre. Por mucho que yo quiera hacer de abogado del diablo, con argumentos que intentan paliar esa visión tan negativa de los políticos y de los partidos que los sustentan, ellos que no son tontos, porque ven cada día lo que está ocurriendo a su alrededor, les gustaría que todo fuera de otra forma y son conscientes, que para poder cambiar lo que ellos consideran como un desastre, tienen que estar preparados para ponerse manos a la obra y que con las próximas generaciones comencemos a ver una auténtica regeneración democrática, con personas honestas y sinceras que realmente piensen y actúen en las personas que les votaron. Ellos son conscientes que lo importante es votar, aunque se equivoquen, puesto que son partidarios de aquella máxima que dice “prefiero arrepentirme de algo que haya hecho, que de algo que no haya hecho”, porque piensan que de lo contrario están perdiendo la oportunidad que nos brindan para elegir a lo que queremos, y no a los que se puedan beneficiar con el voto en blanco o con la abstención.
Mis queridos alumnos están mirándonos muy de cerca lo que estamos haciendo y anotando en el cuaderno del debe y el haber todas aquellas actuaciones o medidas que van a hipotecar su futuro de una manera tan drástica, que aquella calidad de vida que disfrutaron cuando eran niños, son conscientes que no podrán dársela a sus hijos cuando ellos tengan familia.
Sinceramente a veces pienso que ayudarles a educarles tanto en un entorno de análisis crítico tiene sus efectos positivos, pero también origina una postura de insatisfacción lógica por la edad y por los momentos que están viviendo, y que saben que en los próximos años la situación general no estará mejor que la actual, a pesar de que haya algunos iluminados que digan, que ahora la gente en la calle está más alegre que hace meses.
*Asesor-Gestor Educativo
Atardecer desde la playa de Las Canteras |