Agnus Dei obra de Francisco de Zurbarán 1640 |
Publicado el miércoles 25 de febrero de 2015 en la sección de opinión del periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria
Llevamos una temporadita un poco larga, más concretamente lo que está durando esta legislatura y un algo más, que en campo educativo, no se ha hecho otra cosa que dar tumbos de un lado para otro, a costa de los grandes perjudicados que son los alumnos y sus familias, experimentando a ver si con las medidas improvisadas que aparecen un día sí y otro también, aciertan en la diana y de una vez por todas, consiguen hacer algo “a derechas”, sin fastidiar al principal protagonista de la educación que son los alumnos.
Yo no dejo de preguntarme quienes son los equipos de asesores, que no son capaces de encauzar los desequilibrios permanentes a los que nos están acostumbrando en estos últimos años en el ámbito educativo.
El miércoles 18 de febrero han vuelto con otra improvisación, pues conocimos la noticia de que el Ministerio de Educación con la intención de mejorar las dificultades reales que están teniendo los centros educativos públicos, para atender dentro de las aulas masificadas a alumnos con algún tipo de dificultad, van a aprobar un programa para que 2000 egresados universitarios den clases de apoyo. Con tal motivo van a destinar 22 millones de euros y según la Secretaria de Estado de Educación, Dña. Monserrat Gomendio, dice que cobrarán 1000 euros al mes, durante los siete meses que dure la beca. Los requisitos para acceder a dichas becas son que las notas medias de los expedientes sean iguales o superiores a 8’5 y con un nivel de B2 en lengua extranjera.
A mí que no me digan que aparentemente, la oportunidad de esta medida, parece estar al amparo de promover acciones mediáticas con el fin de un lavado de cara ante las próximas convocatorias de elecciones en este país. Al final es que uno siempre piensa mal y seguro que acierta, puesto que es extraño que llevemos todos estos años con pérdidas de empleo en este sector y justamente ahora, surge esta propuesta milagrosa del pan y los peces, como ocurrió en la Biblia.
Desde el punto de vista laboral y social, todas las centrales sindicales del sector se han unido poniéndose en pie de guerra, pidiendo la retirada inmediata de la medida, al entenderla como electoralista y que además el Ministerio está intentando paliar la pérdida de los 25.000 docentes que se ha producido en estos dos últimos años, y las consecuencias que entraña para la calidad en educación con todas esas pérdidas de empleo.
Entiendo que se tomen las medidas necesarias para el fomento del trabajo a los recién titulados, pero lo que se pretende es tratar de dar respuesta a alumnos que están diagnosticados con cierta dificultad de aprendizaje. Sin pretender menospreciar a nadie, entiendo que con esta medida no se arregla el problema, pues por mucho empeño que pongan estas personas recién salidas de la universidad, les hace falta muchas cosas que dan los años y la experiencia para estar con alumnos que presentan unas características especiales y que requieren una atención especializada, puesto que no todo es teoría en educación, la experiencia es un valor que lo dan los años y te ayudan a mejorar en tu labor con los alumnos.
El Ministerio de Educación no está planteando que atiendan a esos alumnos con necesidad de apoyo titulados en educación especial, sino maestros que han obtenido un título de grado en áreas como lengua castellana y literatura, lengua extranjera, matemáticas, ciencias naturales y ciencias sociales.
Por supuesto que los recién titulados de la universidad deben tener la oportunidad de ejercer en aquello para lo que se han preparado y han estudiado, pero si ya le resulta en la actualidad complicado a un maestro que lleva años enseñando, atender a un grupo de alumnos heterogéneos, en donde además hay un porcentaje “x” de alumnos con dificultades de aprendizaje, mucho más dificultoso puede ser para un maestro sin experiencia educativa, que no va a terminar un curso, controlar e impartir durante siete meses, (duración de la beca) unos contenidos, competencias y destrezas necesarias para superar los objetivos establecidos.
La calidad en la educación comienza por hacer un análisis real de las necesidades, y tomar las medidas necesarias para dejar de estar permanentemente tapando agujeros y solucionar el verdadero problema de base, con todas estas medidas no hacen otra cosa que llevar a la desesperación de los equipos docentes, alumnos, familias y sociedad, harta ya de tanto despropósito.
Esta medida de becar a titulados recién salidos de la universidad, podría haber sido efectiva, si se hubieran cubierto antes otras necesidades, de plantillas reales en los centros para evitar las masificaciones, de actualización pedagógica, de acceso a materiales de apoyo para el aprendizaje de los alumnos, de cuidar y apoyar un poco más a las personas que están educando a las futuras generaciones y de atender las necesidades más perentorias de los niños como es la alimentación, en aquellos centros que sea necesario, para que puedan rendir mínimamente y sacar partido de sus posibilidades.
Mosaico bizantino del siglo VI que representa el milagro de los panes y los peces. |