Expulsión de San Joaquín del templo. Obra de Domenico Ghirlandaio 1490. Fresco de la capilla Tornabuoni. |
Publicado el 30 de enero de 2018 en la sección de opinión del periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria
Los educadores llevamos muchos
años pidiendo que se tenga en cuenta de forma clara y evidente en la educación
de este país, a las personas que intervenimos directamente en ella y que, por
nuestra experiencia y conocimientos, podemos aportar otra visión que sirva de
apoyo a la que tienen los políticos.
La realidad es que como el
resto de las profesiones que tienen contacto directo con personas de un abanico
amplio de edades, los docentes nos encontramos en el punto de mira de todos, de
los alumnos como es lógico, porque exigimos que se esfuercen por adquirir unas
capacidades y conocimientos necesarios para el futuro, y eso implica sacrificio
personal y constancia, valores que están siendo denostados porque supone
seguimiento en casa y eso puede “resultar
muy duro” para algunas familias, que dejan de hacer lo que tienen previsto de
interés exclusivo para el padre o la madre.
Hoy los niños toman
determinadas decisiones que pueden llegar a ser disruptivas sin
intencionalidad, para llamar la atención y que se fijen en ellos, porque en
muchas ocasiones se les considera como un elemento más de la casa sin
connotaciones afectivas, que pueden llegar a estorbar, porque se inmiscuyen en
la vida/relación de la pareja.
Lo más lamentable es que nadie
puede tirar la primera piedra, pues todos adolecen de algo cuando se trata de
educar a sus hijos, siempre vamos a cojear y sobre todo cuando nos falta la
humildad para reconocer los errores que cometemos, por lo que estamos
condenados a repetirlos.
Todo lo que hacemos los padres
delante de los hijos tiene trascendencia en casa, en la calle, en el colegio,
en el ámbito privado, como en el ámbito público y social, un gesto amable, una
bronca, el tiempo que dedico a la familia, lo que hablo y cuanto hablo con mis
hijos, la búsqueda de tiempo para hacer mis cosas sin contar con la familia, mientras
los hijos están despiertos y necesitan cariño, atención, comprensión, que se
les escuche y sobre todo que entiendan que se les quiere, aunque se les llame
la atención, porque se les reprende porque les queremos y son lo más importante
para los padres.
Cuanta falta hace una escuela
de padres, que se les diga a los progenitores lo equivocados que están cuando
realizan determinadas actuaciones delante de sus hijos como son:
·
Discutir delante de ellos.
·
Cuestionar delante de los hijos cualquier
aspecto relacionado con decisiones que no están conformes sobre actuaciones del
colegio o cualquier docente y no docente del centro educativo en el que está su
hijo.
·
Utilizar las redes sociales con otros grupos de
padres plasmando información sin contrastar con las fuentes originales, para
poner a la altura de betún las decisiones del colegio y a los docentes que
están educando a su hijo.
·
Inmiscuirse en conflictos de niños que siempre
se solucionan entre ellos en poco espacio de tiempo, generando problemas entre
familias por haberse precipitado en actuaciones innecesarias entre adultos, que
luego generan enfrentamientos innecesarios.
·
Sobreproteger a los hijos impidiendo que se
desarrollen y evolucionen aprendiendo de sus errores y fracasos, entendiendo
que esos fracasos o fallos, siempre sirven como un proceso de enseñanza
personal único.
·
Estar y apoyar a los hijos cuando
verdaderamente lo necesitan, queriéndoles y sabiendo poner los límites propios
de cada edad.
·
Proteger a los hijos para que no sufran
innecesariamente cuestiones que son decisiones de sus progenitores.
·
No utilizar a los hijos como moneda de cambio
cuando los padres deciden por el motivo que sea separarse o
divorciarse. No son cosas o animales que entran en un paquete de reparto, son
personas que requieren cariño y respeto. Lo que no hagamos con ellos
correctamente, pasará factura en el futuro.
·
Disfrutar de los hijos y de la familia
diciéndoles realmente los sentimientos que sienten hacia los hijos y por ello
no eres más débil, más bien al contrario.
Hoy en día los docentes lo
tienen cada vez más complicado, porque además de intentar educar a los hijos,
también hay que educar a sus padres, para que valoren el esfuerzo humano que
hacen los educadores para formar y sacar hacia adelante a estos seres humanos
no solo para que aprendan, sino para que también sean mejores personas.
Reconducir esta situación es
compleja con el panorama nacional e internacional que tenemos, pues ni siquiera
a nivel institucional existe un apoyo hacia el docente de forma clara, más bien
por evitar problemas que puedan llegar a través de la amenaza de la judicialización,
y le dan la razón directamente a la familia sin escuchar al docente que sufre
la presión diaria de la familia con sus mensajes y amenazas.
Me preocupa a mi desde mi rincón
del aula que lo siento cada día y el resto de docentes comprometidos con la
educación que son la mayoría, la evolución que se está produciendo en los
centros educativos, en donde hay algunos padres excesivamente protectores (en
el mal sentido de la expresión), que son capaces de agredir físicamente o
psicológicamente a las personas que están educando a sus hijos.
Nos debe preocupar a todos, lo
que los docentes vemos en un porcentaje que va creciendo cada día desde
nuestras aulas y es como vienen los niños desde casa, niños cada vez más
desubicados y con un alto desarraigo hacia la necesidad del aprendizaje, porque
no saben ver más allá del día a día, por lo que no saben afrontar el futuro con
las herramientas mínimas.
Por desgracia cada vez aumenta
el nivel de intolerancia a los toques de atención personales en los niños para
corregir las equivocaciones, aunque es cierto que todavía quedan personas que
son humildes y reconocen que tienen dificultades para educar a sus hijos y
piden ayuda a los profesionales que están cada día con sus hijos, pero por
desgracia está in crescendo los que se van al lado oscuro por ignorancia o
comodidad, sin ver sus consecuencias.
Jesús entre los doctores, obra de Alberto Durero. 1506 |
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