viernes, 12 de diciembre de 2014

OTRA EDUCACIÓN ES POSIBLE, SI SE QUISIERA (II)

Cupido y Psique obra de Antonio Canova 1787-93



Publicado en la sección de opinión, en la página 34 del periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria el 12 de diciembre de 2014

La realidad es que para cambiar todo esto tenemos que ir a la base de la educación y esa es la familia, sin ella no podremos hacer jamás ese cambio. La familia y el sistema educativo son los pilares sobre los que se sustenta nuestra sociedad, por ese motivo debe haber una comunicación y armonía entre ambos, para que al final podamos conseguir que la educación de los hijos sea la mejor, independientemente del centro que se haya elegido. Los resultados de ese binomio padres-profesores y su comunicación permanente dará lugar a una educación más transparente, en donde fluya un diálogo abierto bidireccional, en el que se potencia el respeto, la responsabilidad, la capacidad de diálogo y además el desarrollo de las propias capacidades intelectuales del alumno que le ayuden a la búsqueda de la verdad y el análisis crítico, para que de esta forma pueda llegar a ser más autónomo. Tenemos que erradicar una educación basada estrictamente en lo memorístico, pues al final resulta ser una educación que no tiene los frutos deseados. El alumno tiene que ser el protagonista directo de su aprendizaje. Debemos tender todos hacia una formación integral de los alumnos y que sea de calidad.

Cada vez que leo las propuestas que D. Francisco Giner de los Ríos, fundador y director de la Institución Libre de Enseñanza, proponía para la educación en España, se me ponen los pelos como escarpias, cuando me doy cuenta del precioso tiempo perdido, y de todo lo que hemos estado haciendo a lo largo del siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI, pues desde aquella época D. Francisco vio con claridad que nuestro principal problema era la forma que proponían gestionar la educación a través de los políticos y sus decisiones partidistas, sin tener en cuenta las auténticas necesidades de la sociedad, para dar ese salto hacia adelante y conseguir hacer de España un país moderno y no estar a lo largo de muchas décadas en el vagón de cola de Europa.

D. Francisco Giner de los Ríos llegó a plantear propuestas como la que a continuación citaré, y que son del todo vigentes, pudiendo llegar a pensar que están escritas por las nuevas corrientes pedagógicas para nuestra educación:

“Transformad esas antiguas aulas; suprimid el estrado y la cátedra del maestro, barrera de hielo que lo aísla y hace imposible toda intimidad con el discípulo, suprimid el banco, la grada, el anfiteatro, símbolos perdurables de la uniformidad y del tedio. Romped esas enormes masas de alumnos, por necesidades constreñidas a oír pasivamente una lección, o a alterar en un interrogatorio de memoria, cuando no a presenciar desde distancias increíbles ejercicios y manipulaciones de las que apenas logran darse cuenta. Sustituid en torno al profesor a todos esos elementos clásicos, por un círculo poco numerosos de escolares activos, que piensan, que hablan, que discuten, que se mueven, que están vivos en suma, y cuya fantasía se ennoblece con la idea de una colaboración con el maestro”.

Si desde que nace un niño se le inculcan los valores permanentes de la necesidad del aprendizaje, del esfuerzo y sacrificio necesarios para obtener cualquier cosa en esta vida, y otros valores que ayuden a formar a los auténticos ciudadanos de un país que valoran la democracia y la libertad mediante el respeto y la honestidad, tendremos las bases para que cualquier enseñanza que se imparta, ayudará a la construcción de su futuro, pues ha entendido que interiorizar los contenidos ha sido necesario para realizar cualquier proyecto posteriormente.

Enseñemos a los niños desde pequeños a que trabajen destrezas fundamentales como el trabajo en equipo, conversar de forma fluida sobre cualquier tema del que tenga información, y pueda relacionar, interiorizar el aprendizaje del inglés tan necesario en este mundo globalizado. Como dice el empresario y escritor norteamericano Eric T. Wagner. “Al mundo no le interesa lo que sabes, sino qué hacer con lo que sabes”.

Nos han estado educando a lo largo de todos estos años para que nos estemos obsesionando por la nota, porque el sistema en el que estamos viviendo nos obliga a estar midiéndonos permanentemente, comparándonos con el compañero que está al lado, porque vivimos en un sistema selectivo, potenciando una sociedad excesivamente competitiva, que no ha llevado a otra cosa, que a la insatisfacción personal y al desánimo. ¿Cuántas personas válidas han quedado por el camino, por estar anclados en estructuras decimonónicas, que solo han servido para seleccionar al que más ha trabajado la memoria y no ha servido para ayudar a mejorar a la sociedad?

Estamos viendo cómo pasan por las universidades una cantidad ingente de alumnos perdidos, porque no saben por qué están estudiando esas carreras, que en algunos casos ni les gusta, generando insatisfechos de la vida, pero que se tenía que estudiar, porque sería un fracaso para la familia si no se estudiaba, pero lo cierto, es que tampoco la sociedad le ofertaba nada atractivo para continuar su vida, que no fuera el campo laboral sin cualificación por no tener estudios suficientes.

Nuestra universidad como muchas otras, no se ha enterado que el mundo está cambiando también para ellos, tampoco podemos decir que en estos últimos años, haya sido el faro que esté iluminando los avances pedagógicos para las futuras generaciones, quiero matizar que las facultades son las canteras de los futuros docentes, y hasta la fecha, se ha limitado a copiar modelos caducos que no promueven el verdadero camino en la educación, cuando deberían ser los guías espirituales y reales para los futuros docentes y profesionales que sean capaces de levantar este país con optimismo e ilusión. En el ámbito universitario hay que intentar, ir varios pasos por delante y que toda esta revolución cultural que ha supuesto la globalización que estamos viviendo, no les coja, como está ocurriendo con el paso cambiado y mirando para la pared, porque no saben o no quieren saber cual es formación necesaria para la sociedad del futuro. Es fundamental innovar de forma sistemática en el mundo de la educación.
Adoración de los Magos o Pala Strozzi, obra de Gentile da Fabriano en 1423





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