viernes, 28 de marzo de 2014

NOSOTROS, NO VIVIMOS POR ENCIMA DE NUESTRAS POSIBILIDADES.

La Calumnia de Apeles de Sandro Botticelli 1495

Ignacio Pardo Luzardo*
Publicado en el periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria 04.02.2014
http://www.laprovincia.es/opinion/2014/02/04/vivimos-posibilidades/587750.html

Creo que muchos millones de españoles hasta la fecha, hemos vivido a tenor de la educación y los medios que nos dieron nuestros padres, jamás vi en mi entorno a nadie que en su forma de vida, hiciera ostentación de lo que no tenía y afectara al resto, y si eso ocurría, las repercusiones de forma individualizada tenían consecuencias a alguien en concreto, no a una colectividad.
Se nos enseñó a valorar el trabajo, la honestidad, la responsabilidad, el cumplimiento del deber, a rendir cuentas cuando finalizábamos una acción y  otros valores que se relacionaban con el mantenimiento de los pilares de una sociedad dentro de un sistema productivo, organizado en la aspiración hacia el Estado del Bienestar, y a que ya desde pequeño la sociedad tenía una estructura y todos formábamos parte de ese engranaje, sabíamos dónde estábamos, qué hacer para superarnos personal y laboralmente y cuáles eran nuestros límites, nos daba una seguridad de movimiento.
De repente en muy poco espacio de tiempo, se produce una convulsión en todos los sectores de la sociedad a raíz de una crisis económica propiciada por la banca, financieras, inmobiliarias y constructoras especuladoras, políticos ineptos y corruptos, que no supieron o no quisieron actuar de forma correcta en el momento adecuado, y ahora estamos en una situación lamentable, en donde lo más bonito que se puede decir es “virgencita, virgencita déjame como estoy”, porque la desgracia del desahucio, el desempleo o la disminución del salario, también puede tocar a tu puerta. Hemos llegado casi a perder la dignidad por mantenernos como estábamos, porque los derechos y mejoras sociales que antes teníamos se han quitado de un plumazo.
La educación que yo recibí y la de muchos millones de españoles no estaba orientada para pedir que se hicieran aeropuertos millonarios para estar cerrados, auditorios impresionantes realizados por arquitectos de renombre mundial que se caen, campeonatos de fórmula 1 o copas del mundo de vela ruinosas, proyectos costosísimos para perforar montañas sin sentido, ni palacios de congresos que son poco rentables por su escaso uso, tampoco pedimos exposiciones universales deficitarias, trenes de última generación carísimos y un largo etcétera, y en medio de todo ello, si veíamos como los que estaban próximos al poder, se llenaban los bolsillos y hacían grandes fortunas gracias a favores y regalos.
Pero la educación que recibimos, si pedía que mantuviéramos una sanidad universal en condiciones y sin restricciones, que nuestras familias y cualquier persona, pudiera ser atendida por personal cualificado  y que se le dispensara las medicinas sin contraprestaciones, que no tuvieran que esperar una eternidad para ser operado o visto por un especialista.
También nos inculcaba nuestra educación que el aprendizaje de todos los alumnos fuera evolucionando progresivamente hacia una excelencia educativa, atendiendo a todos de forma personalizada, pero en particular, a aquellos que tienen más dificultad para alcanzar los objetivos. Nos enseñaron que los niños debían tener una infancia feliz.
Hicieron hincapié en enseñarnos, que las personas con minusvalías fueran atendidas con la dignidad que se merecen, que no se les estuvieran escatimando los medios, ni las personas necesarias, porque iría en detrimento de su calidad de vida.
Es muy triste ver en lo que nos quieren convertir, después de haber pasado tanto a lo largo de estos años, ahora resulta que nos venden, que el asalariado tiene que apechugar con lo que venga, que si queremos que el país progrese, debemos hacernos autónomos, emprendedores y  empresarios, que tenemos que reinventarnos, que todo lo que habíamos hecho no sirve para nada, puesto que vivimos en un mundo globalizado, ahora hay que cambiar el chip, todos los nuevos puestos de trabajo son derivados de lo que se hace en el mundo anglosajón, ya no sabemos crear una especialización y estas, son tan concretas, que ahora no sabes cómo afrontarlas.
Se han empeñado en sacarnos de nuestro ámbito local, porque ahora tenemos que deslocalizarnos por la globalización que nos está tocando vivir, hasta miembros de gobierno recomiendan que busquemos trabajo fuera de España, porque aquí está muy complicado, nadie tiene asegurado su puesto de trabajo por indicación de la OCDE y de la UE, que han sido las que han pedido que se modifiquen las legislaciones para llegar a este punto, a través de los gurús que nos marcan las pautas de nuestras vidas. ¿Dónde están aquellas luchas sociales que reivindicaban mejorar las condiciones del ser humano?
Ahora nos dicen que esto no es una crisis, que responde más a un cambio de ciclo histórico, que estamos viviendo un cambio radical, como lo fue en su momento la Revolución Industrial en el siglo XVIII o el Neolítico con la agricultura y que tendremos que adaptarnos a los nuevos tiempos. Nos dicen que entramos en una nueva era, donde el conocimiento y la información tendrán más trascendencia que la fuerza física y la capacidad productiva.
Hay quien dice que la felicidad se define, en algo tan sencillo como la ausencia de miedos, pero ¿quién no tiene miedo de algo en el momento actual?, miedo por el futuro de nuestros hijos, miedo por ver como se derrumba todo alrededor, miedo por ver como el entorno se deteriora y nadie hace nada. ¿Qué felicidad podremos alcanzar?
En medio de todo este caos, que los docentes y las familias intenten inculcar a los jóvenes en estos momentos tan difíciles, la importancia de poseer unos estudios y una cualificación para tener garantizado un puesto de trabajo, es muy complicado, sobre todo, cuando diariamente te  están bombardeando con datos y declaraciones de lo mal que está todo, y que tendrá que pasar más de una década para que la situación laboral mejore, lo triste es que ya solo se habla de mejoras laborales, parece que nos hemos olvidado de cara al futuro del resto de las mejoras en nuestra sociedad.
Pero la realidad es que en medio de todo esto, el que no esté preparado, no conseguirá alcanzar las metas que se proponga. Ojalá volvamos a soñar que la sociedad precise además de científicos, matemáticos, ingenieros, arquitectos, economistas, etc., también necesitemos de filósofos, músicos, diseñadores, artistas, literatos, historiadores, filólogos, biólogos, maestros, etc.
Para terminar, yo, sinceramente, insisto en que la mayoría silenciosa, no vivimos por encima de nuestras posibilidades, como dicen ahora los políticos y contertulios en distintos medios de comunicación, para encontrarnos hoy donde estamos.


*Asesor-Gestor Educativo.

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