Ignacio Pardo Luzardo*
Publicado en el periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria 26.01.2014
http://www.laprovincia.es/opinion/2014/01/26/pisa-motor-educacion-espana/585986.html
Publicado en el periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria 26.01.2014
http://www.laprovincia.es/opinion/2014/01/26/pisa-motor-educacion-espana/585986.html
En España, en el campo de la Educación como en tantos otros, las decisiones
políticas funcionan por el efecto acción- reacción es decir, a base
golpes y equivocaciones que intentamos enmendar tomando medidas que no son
preventivas, sino curativas, por lo que el cuerpo de la misma, está lleno de
cicatrices externas visibles, debido a la cantidad de malas o inadecuadas intervenciones
que se han realizado a los largo de los años gracias a políticos visionarios
exclusivamente partidistas, sin pensar en las necesidades reales y sin tener en
cuenta de forma responsable y coherente el presente y el futuro de las generaciones de
jóvenes y adultos.
En estos últimos años cuando se habla de educación, da la sensación que estamos obsesionados por las comparativas, cuando no es de la OCDE, es del Estado, o de la Comunidad Autónoma, de la provincia, de propio colegio, hasta del aula, parece como si nuestra única meta fuera generar propuestas competitivas para mejorar o igualar resultados con los otros iguales, no se analizan las peculiaridades de los países, de las regiones, en resumidas cuentas de las personas, solo interesan los números, porque estamos dentro de una globalización, y si queremos que funcionen todas las piezas del engranaje de esa gran máquina que es la globalización económica, para que estén en sintonía a unos intereses concretos a nivel mundial, hay que cuantificar para corregir desajustes. Los Estados tienen que ajustarse a las exigencias fijadas por las organizaciones supranacionales, sin importarle las consecuencias que las medidas tienen para los habitantes del país, porque ellos son los que piensan por nosotros.
El catedrático de Didáctica
y Organización Escolar de la Universidad de A Coruña D. Jurjo Torres, señala
que la OCDE es el Ministerio de Educación del planeta tierra, indicando que
cualquier documento que elabora en ese ámbito, como en tantos otros, casi todos
los países del mundo lo asumen como propio. Sin ir más lejos, la OCDE ha recomendado que en las próximas
pruebas PISA se añada un nuevo apartado a evaluar, consistente en qué
conocimientos de finanzas posean los
alumnos.
No se habla de
globalización cultural, social o solidaria, sino productiva y mercantilista, nos
dicen que tenemos que aplicar medidas correctoras en la economía, en las costumbres,
nos dicen que tenemos que imitar otros modelos de vida, porque el nuestro está
caduco, tenemos que abrirnos a otros idiomas por relaciones puramente
económicas, llegando a perder nuestra idiosincrasia por imitar patrones
externos. Hemos perdido la poca soberanía que teníamos en temas trascendentes,
da la sensación que funcionamos solamente, porque lo dice el poderoso y que si
no lo hacemos, nos amenaza con consecuencias graves para la economía del país y
por ende a sus ciudadanos. Hay quienes asumen que lo que dicen en el extranjero
sobre nosotros, es palabra de Dios y que hay que cumplirlo a pies juntilla,
porque estamos en un mundo globalizado.
Mi pregunta ante los
resultados de los informes PISA, es que si a la largo de todos estos años, que hemos
tenido la misma ley de educación para todas las Comunidades Autónomas, ¿porqué
los resultados de todas las autonomías son tan dispares?, seguramente habrá que
analizarlos y tener en cuenta otros factores que no sean puramente
academicistas, como son los elementos estructurales, sociales, económicos, etc.
que incidirán y se añadirán al estudio
de los motivos de los resultados de las pruebas, que se han aplicado en todo el
Estado español.
Hay una evidencia que
nadie niega, y es que tenemos lo que tenemos, porque lo hemos hecho nosotros,
no podemos echar culpas a nadie. Lo que no se puede hacer es que cuando se
piden responsabilidades por resultados, por la mala gestión o la toma de decisiones
inadecuadas, se utiliza la técnica del ventilador y salpican la porquería para
diluir las culpas, nadie asume que lo ha hecho mal, porque eso supone que a lo
mejor tiene que dimitir y eso está mal visto en este país.
En estos últimos años,
con las distintas leyes orgánicas de educación hemos estado copiando y adaptado
otros modelos educativos como si fuera un corta y pega, y no se ha acudido jamás
a la base, a los docentes y equipos
pedagógicos que están día a día viviendo la realidad educativa, seguramente nos
sorprenderíamos si dejáramos a los profesionales y no a los políticos hacer lo
que saben hacer.
Fijar patrones y modelos
que no están interiorizados en la sociedad, quizás sea ir contracorriente. Esto
es como la pescadilla que se muerde la cola, si no se cambian los modelos a
seguir, no se podrán cambiar las aspiraciones de la sociedad.
¿Por qué otros países
funcionan mejor en el ámbito de la educación que nosotros?, pues muy sencillo,
porque están mejor organizados y con las ideas claras de hacia dónde se quiere llegar en su conjunto, no es cuestión
de crear un sistema que favorezca una rama del conocimiento en detrimento de
las demás, ni de estar mirándose el ombligo permanentemente, sino en equilibrar
los conocimientos y destrezas necesarias para lograr subsistir y mejorar la
calidad de vida de la sociedad que nos ha tocado vivir, en definitiva lograr
disfrutar de la educación para hacernos avanzar y ser más felices, como decía
Nelson Mandela: “la educación es el arma
más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.
*Asesor-Gestor Educativo.
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